11-06-2019, 11:11 AM
El remolino de Corryvreckan
hace unos días en mi nuevo paso por Escocia me he enterado de la existencia en estas aguas del tercer remolino marino más grande del mundo y el mayor de Europa.
Este fenómeno de la naturaleza, se encuentra en el estrecho que forman las islas de Scarba y Jura, y lo produce las fuertes corrientes en la zona, al chocar con una peculiar orografía submarina.
En la actualidad constituye un gran atractivo turístico de la zona, ya que es visitado por turistas a bordo de potentes embarcaciones neumáticas, a pesar de los riesgos que pueden entrañar las inesperadas turbulencias por la violencia de las aguas.
Dio la casualidad que el pasado año en agosto, después de atravesar el canal de Caledonia, naveguando hacia el sur pasé por esas aguas a una milla escasa del susodicho remolino sin saber de su existencia, si bien no me pasaron desapercibidas las fluctuaciones de rumbo al paso por el estrecho, como quedaron reflejadas en la carta náutica del ordenador, teniéndolas que corregir constantemente, pero que achacamos a unas inusuales corrientes de marea.
Del ruido que genera, del que se dice se oye a varios kilómetros de distancia, ni nos enteramos, quizás también pudiera darse el caso de que pasásemos durante el cambio de marea cuando se detiene por unos momentos el torbellino.
Las fotos de Google son bien representativas de la espectacular imagen.
Carta general
Carta cerca
Salud
hace unos días en mi nuevo paso por Escocia me he enterado de la existencia en estas aguas del tercer remolino marino más grande del mundo y el mayor de Europa.
Este fenómeno de la naturaleza, se encuentra en el estrecho que forman las islas de Scarba y Jura, y lo produce las fuertes corrientes en la zona, al chocar con una peculiar orografía submarina.
En la actualidad constituye un gran atractivo turístico de la zona, ya que es visitado por turistas a bordo de potentes embarcaciones neumáticas, a pesar de los riesgos que pueden entrañar las inesperadas turbulencias por la violencia de las aguas.
Dio la casualidad que el pasado año en agosto, después de atravesar el canal de Caledonia, naveguando hacia el sur pasé por esas aguas a una milla escasa del susodicho remolino sin saber de su existencia, si bien no me pasaron desapercibidas las fluctuaciones de rumbo al paso por el estrecho, como quedaron reflejadas en la carta náutica del ordenador, teniéndolas que corregir constantemente, pero que achacamos a unas inusuales corrientes de marea.
Del ruido que genera, del que se dice se oye a varios kilómetros de distancia, ni nos enteramos, quizás también pudiera darse el caso de que pasásemos durante el cambio de marea cuando se detiene por unos momentos el torbellino.
Las fotos de Google son bien representativas de la espectacular imagen.
Carta general
Carta cerca
Salud