01-10-2021, 01:31 PM
Va una crónica por entregas:
MAMANA, TRAVESÍA LAS PALMAS-AVILÉS
1ª ETAPA LAS PALMAS-MADEIRA
Dani ya había hecho un intenso trabajo con el motor, casco, instalaciones, documentación, equipos...para poner de nuevo en marcha al antiguo Miriam, ahora Mamana, barco de acero de 12,55 m de eslora, 3,85 de manga y unos 11.000 kgs de desplazamiento. Un Alitán 39 diseño de Echenique/Angoso del que se construyeron tres unidades en Asturias, unidades que fueron acabadas después por sus propietarios con ligeras variaciones entre ellas.
Como Miriam había dado una vuelta al mundo con Toni y su familia y con su siguiente propietario, Iñaki, había navegado hasta Brasil y había vuelto a Canarias “vía directa”.
Pero el barco llevaba años sin navegar, sirviendo solamente de apartamento flotante en el acogedor puerto deportivos de Las Palmas.
Yo llegué el martes 7 de septiembre con miras ya en una predicción meteo favorable para la travesía hacia la península. Una baja pasaba dando vientos favorables de Madeira hacia el norte y permitía esquivar los insistentes alisios y las nortadas de la costa portuguesa.
Pero el barco aún requería mucha atención. Le dimos un repaso a la jarcia, templando el baby stay y sus burdas fijas (que ya antes Dani había renovado), y aflojando y volviendo a templar todos los tensores. Probamos la trinqueta con rizo que había en el barco. Parecía que podría ir bien en el baby stay, con las escotas por dentro de los obenques. Además, había un stay volante con tensor y pelícano que dejamos estibado contrta los obenques.
Probamos mayor y marcamos rizos. La driza de mayor es de cable con su propio winche. Engrasamos todo.
Montamos el génova 150%J y revisamos y aceitamos el enrollador, parece que iba bien. Reparamos un agujero del génova con dacron adhesivo y marcamos escoteros de génova y trinqueta.
Bastantes cosas más, fijar la nueva balsa, probar los VHF (uno con el altavoz estropeado y otro con mala emisión y escucha en varios canales). Probamos la BLU de modo superficial.
Hicimos compra, nos deshicimos de un casco de semirrígida que había sobre cubierta, compramos una batería nueva de reserva y múltiple equipo de respeto.
El viernes 10 nos dirigimos a la gasolinera del puerto para cargar gasóleo y salir, sobre las tres de la tarde.
Viento NE más bien flojo, con el objetivo de ganar millas, llevabamos el Perkins 40 Cv a 2.200 rpm (llega a las 3.000)
Noche tranquila, con poco tráfico y disfrutando por fases con la exultante cúpula celeste.
A la mañana siguiente tranquilo también, el rumbo daba holgado a Madeira, se esperaba un cambio a W con la llegada de la baja y aún pretendíamos pasar cerca de las Ilhas Selvagems para verlas..
Peeero...
El piloto comenzó a fallar. Empezamos pensando que era un fallo de configuración, lo reseteamos a valores de fábrica y estuvimos haciendo pruebas..nada.
La mañana entera y casi toda la tarde dándole vueltas al tema, a los manuales. Al final apareció el fallo que provocó todo: la fijación del brazo del piloto al sector del barco estaba floja y el piloto estaba actuando con ángulos de timón alterados. Lo fijamos en su posición correcta y pensamos que iba a funcionar, pero no, el sensor de ángulo de timón, al tener que trabajar en otra posición distinta a la que era normal suya, dejó de marcar correctamente y fallaba, dando ángulos de timón cambiantes que impedían al piloto gobernar correctamente...
Nada, gobierno manual...El compás del barco estaba sin líquido y la rosa bailaba que daba gusto, tuvimos que seguir el rumbo con un pequeño compás de marcaciones que fijamos en bitácora con una linterna iluminándolo de noche..
La noche fue buena, estrellas que ayudaban a seguir el rumbo, poco tráfico y rolada al W, pero con viento suave.
El día siguiente estuvo muy bien para navegar a vela, con un W ya mantenido y algunos chubascos pero que no alteraban demasiado la intensidad de viento.
Cuando entró la noche, los chubascos se volvieron más bravos, al acercarse una cortina de lluvia, con ella nos entró una potente racha que tumbó el barco, aún llevando dos rizos y un 20% de génova y le metió una orzada hasta aproarlo...caray que caracter!!
El resto de la noche fue por el estilo, ya a la vista de las luces de Madeira, aunque eramos más precavidos con los chubascos que venían, acompañados normalmente de una vaharada de aire muy caliente.
Motor acompañando todo el tiempo, y a partir de una hora el barco iba solamente a tres nudos y medio...que raro..estábamos más preocupados por llevar el barco y por las duchas contínuas, y más tarde nos dimos cuenta de que el motor lo habíamos desembragado en un chubasco...hubieramos podido llegar alguna hora antes a Madeira.
Al amanecer, y ya cerca de la isla, se puso más bravo aún, con chubascos de 30 nudos, ola y lluvia torrencial...el génova no enrollaba de todo, porque lo habíamos ido enrollando con bastante tensión y el cabo se había acabado...aprovechamos un recalmón después de un chubasco para soltarlo entero y volver a enrollarlo más flojo.
sigue..
MAMANA, TRAVESÍA LAS PALMAS-AVILÉS
1ª ETAPA LAS PALMAS-MADEIRA
Dani ya había hecho un intenso trabajo con el motor, casco, instalaciones, documentación, equipos...para poner de nuevo en marcha al antiguo Miriam, ahora Mamana, barco de acero de 12,55 m de eslora, 3,85 de manga y unos 11.000 kgs de desplazamiento. Un Alitán 39 diseño de Echenique/Angoso del que se construyeron tres unidades en Asturias, unidades que fueron acabadas después por sus propietarios con ligeras variaciones entre ellas.
Como Miriam había dado una vuelta al mundo con Toni y su familia y con su siguiente propietario, Iñaki, había navegado hasta Brasil y había vuelto a Canarias “vía directa”.
Pero el barco llevaba años sin navegar, sirviendo solamente de apartamento flotante en el acogedor puerto deportivos de Las Palmas.
Yo llegué el martes 7 de septiembre con miras ya en una predicción meteo favorable para la travesía hacia la península. Una baja pasaba dando vientos favorables de Madeira hacia el norte y permitía esquivar los insistentes alisios y las nortadas de la costa portuguesa.
Pero el barco aún requería mucha atención. Le dimos un repaso a la jarcia, templando el baby stay y sus burdas fijas (que ya antes Dani había renovado), y aflojando y volviendo a templar todos los tensores. Probamos la trinqueta con rizo que había en el barco. Parecía que podría ir bien en el baby stay, con las escotas por dentro de los obenques. Además, había un stay volante con tensor y pelícano que dejamos estibado contrta los obenques.
Probamos mayor y marcamos rizos. La driza de mayor es de cable con su propio winche. Engrasamos todo.
Montamos el génova 150%J y revisamos y aceitamos el enrollador, parece que iba bien. Reparamos un agujero del génova con dacron adhesivo y marcamos escoteros de génova y trinqueta.
Bastantes cosas más, fijar la nueva balsa, probar los VHF (uno con el altavoz estropeado y otro con mala emisión y escucha en varios canales). Probamos la BLU de modo superficial.
Hicimos compra, nos deshicimos de un casco de semirrígida que había sobre cubierta, compramos una batería nueva de reserva y múltiple equipo de respeto.
El viernes 10 nos dirigimos a la gasolinera del puerto para cargar gasóleo y salir, sobre las tres de la tarde.
Viento NE más bien flojo, con el objetivo de ganar millas, llevabamos el Perkins 40 Cv a 2.200 rpm (llega a las 3.000)
Noche tranquila, con poco tráfico y disfrutando por fases con la exultante cúpula celeste.
A la mañana siguiente tranquilo también, el rumbo daba holgado a Madeira, se esperaba un cambio a W con la llegada de la baja y aún pretendíamos pasar cerca de las Ilhas Selvagems para verlas..
Peeero...
El piloto comenzó a fallar. Empezamos pensando que era un fallo de configuración, lo reseteamos a valores de fábrica y estuvimos haciendo pruebas..nada.
La mañana entera y casi toda la tarde dándole vueltas al tema, a los manuales. Al final apareció el fallo que provocó todo: la fijación del brazo del piloto al sector del barco estaba floja y el piloto estaba actuando con ángulos de timón alterados. Lo fijamos en su posición correcta y pensamos que iba a funcionar, pero no, el sensor de ángulo de timón, al tener que trabajar en otra posición distinta a la que era normal suya, dejó de marcar correctamente y fallaba, dando ángulos de timón cambiantes que impedían al piloto gobernar correctamente...
Nada, gobierno manual...El compás del barco estaba sin líquido y la rosa bailaba que daba gusto, tuvimos que seguir el rumbo con un pequeño compás de marcaciones que fijamos en bitácora con una linterna iluminándolo de noche..
La noche fue buena, estrellas que ayudaban a seguir el rumbo, poco tráfico y rolada al W, pero con viento suave.
El día siguiente estuvo muy bien para navegar a vela, con un W ya mantenido y algunos chubascos pero que no alteraban demasiado la intensidad de viento.
Cuando entró la noche, los chubascos se volvieron más bravos, al acercarse una cortina de lluvia, con ella nos entró una potente racha que tumbó el barco, aún llevando dos rizos y un 20% de génova y le metió una orzada hasta aproarlo...caray que caracter!!
El resto de la noche fue por el estilo, ya a la vista de las luces de Madeira, aunque eramos más precavidos con los chubascos que venían, acompañados normalmente de una vaharada de aire muy caliente.
Motor acompañando todo el tiempo, y a partir de una hora el barco iba solamente a tres nudos y medio...que raro..estábamos más preocupados por llevar el barco y por las duchas contínuas, y más tarde nos dimos cuenta de que el motor lo habíamos desembragado en un chubasco...hubieramos podido llegar alguna hora antes a Madeira.
Al amanecer, y ya cerca de la isla, se puso más bravo aún, con chubascos de 30 nudos, ola y lluvia torrencial...el génova no enrollaba de todo, porque lo habíamos ido enrollando con bastante tensión y el cabo se había acabado...aprovechamos un recalmón después de un chubasco para soltarlo entero y volver a enrollarlo más flojo.
sigue..