Se nos ha descargado la batería de servicios, bien porque no ha cargado durante el día o porque hemos consumido de más. Aunque las luces de navegación son incandescentes no htenemos más consumo que la radio y el equipo de viento. Ni plotter ni nevera ni bombas está conectadas. Arrancamos el motor pero tampoco somos capaces de volver a encender las luces por lo que decidimos buscar puerto y revisar aquello. Seguíamos ciñendo lentamente hacia el W así que las opciones no eran muchas, con el motor en precario estado debíamos hacer la aproximación a vela, por lo que después de revisar las notas decidimos que Luarca sería factible. Al ser domingo no habría lío de pesqueros y podríamos abarloarnos dentro sin problemas. Yo no había estado nunca pero mi amigo acababa de hacer una ruta por los faros de la costa occidental y tenía fresca la imagen disposición.
Siguiente fase del curso acelerado, entrar a puerto sin luces, con mar y viento y una entrada no tan fácil para un novato. El navionics probó ser invaluable y afortunadamente la noche era sin nubes y se distinguían perfectamente todos los faros y balizas de la costa. Con el motor al ralentí y todavía con un rizo pusimos rumbo a Luarca y llegamos a vela hasta la misma entrada. Esa entrada estrecha con todavía marejada impresionaba, pero la transición a la calma más absoulta que reinaba dentro fué lo que más me impactó. Llegamos poco antes de la bajamar y amarramos frente a la fábrica de hielo. Una vez arranchaddo un poco el barco nos quedamos dormidos inmediatamente, en un lugar idílico después de batallar un día contra viento y mar.
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La campaña de la anchoa vació todos los puertos del cantábrico, concentrando la flota en los sitios más cercanos a los bancos
¡Que buena travesía!
¿Puedes explicar como se amarra el barco con esa diferencia de altura con el muelle?.......(yo soy mas de mediterraneo),
Como puedes:
Pidiendo ayuda si pasa alguien, si no vas en solitario, que otro se suba por alguna de las escaleras que siempre hay...
Lo más "divertido" es subir y bajar del barco. A veces no queda otra que esperar a que suba la Marea.
Ahhh, y no olvidarse de dejar las amarras bien largas si llegas con marea alta, o te vas a encontrar el barco colgando, o peor, solo vas a encontrar las cornamusas con 1 cacho de fibra y el barco "de paseo".
Si te fijas en la foto verás unas escaleras verticales empotradas en el muelle justo donde está el barco.
(10-07-2024, 01:37 PM)jiauka escribió: [ -> ]Como puedes:
Pidiendo ayuda si pasa alguien, si no vas en solitario, que otro se suba por alguna de las escaleras que siempre hay...
Lo más "divertido" es subir y bajar del barco. A veces no queda otra que esperar a que suba la Marea.
Ahhh, y no olvidarse de dejar las amarras bien largas si llegas con marea alta, o te vas a encontrar el barco colgando, o peor, solo vas a encontrar las cornamusas con 1 cacho de fibra y el barco "de paseo".
Si te fijas en la foto verás unas escaleras verticales empotradas en el muelle justo donde está el barco.
Si hay escalera es bueno añadir una amarra floja para poder acercar el barco cómodamente, y también evitar que se separe bastante cuando sube la marea. Los profesionales ya le tienen cogida la medida a sus puertos pero los novatos mejor no alejarnos mucho y revisarlas de vez en cuando, no vaya a pasarte lo que comenta Jiauka
Continúo:
Una vez descansados y habiendo desayunado mientras el pueblo lentamente se desperezaba, me pongo a comprobar las batería y el fallo de carga. Resulta que los desconectadores no estaban correctamente alineados y al parecer habíamos descargado las dos baterías sin que el uso del motor las cargara (arrancó cuando ya había muerto la de servicios pero a la mañana siguiente ya no fue capaz de arrancar el motor de nuevo)
Había varias posibilidades: que durante un bandazo hubiéramos desconectado con el pie alguna llave (ver la posición expuesta. Además, los cortacorrientes no se habían colocado todos igual, así que aunque se vieran como en la foto todos horizontales no significaba que estuvieran abiertos)
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, que no funcionara el alternador o bien algun otro lío.
Como de todas todas teníamos que zarpar, conseguimos que un taxista nos localizara a una grúa y que viniera con el arrancador. Una vez arrancado el motor y comprobado que teníamos de nuevo corriente, zarpamos en dirección Ribadeo (puerto con amarres y travel para poder dejarlo un tiempo o al menos que lo viera un electricista). Ya teníamos decidido que el viaje acabaría allí puesto que me quedaba sin tripulante y con estas molestas averías no quería intentar el resto de la travesía en solitario.
El tiempo seguía igual, con viento del W que nos obligaba a ceñir contra un mar todavía encrespado, aunque menos que antes (marejada a marejadilla y 20 nudos)
Después de batallar durante unas cuantas horas estábamos todavía a la altura de Navia, unas 10 millas avanzadas en 4 horas (el motor lo llevábamos al ralentí ya que no lo habíamos apagado por si acaso, ya que teníamos combustible de sobra para llegar a Ribadeo)
Aquí llegó el momento de tomar una decisión, bien entrar de arribada a Navia,( donde hay grúa y un pantalán de transeuntes que suponía vacío) o bien continuar a Ribadeo y llegar de noche otra vez . Ninguno de los dos puertos eran lo que se dice una decisión fácil para un novato como yo, puesto que la entrada de Ribadeo con mala mar suele ser complicada y el acceso a Navia estaba un poco más protegido pero sin duda entraríamos en bajamar y ya lo tenía marcado como sitio complicado.
No tardé mucho en decidirme ya que la perspectiva de ceñir todo el resto del día y parte de la noche no le hacía ya ninguna gracia a mi amigo y debía arreglar el transporte a casa.
Entrada en Navia, al menos sería de día, para variar
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La entrada a Navia es, cuando menos, delicada, ya que tiene poco fondo y el canal de entrada está protegido con dos escolleras que reducen bastante el ancho (supongo que se hicieron para aumentar el caudal del río y que arrastrara los sedimentos) Ya a la entrada faltaba una baliza pero como era de día fuimos dando avante al ralentí y con el autovirante avanzábamos lentamente.
Como era bajamar había uan buena ola a la entrada que durante un instante nos empujó con fuerza hacia dentro.
El motor respondió perfectamente y una vez dentro arriamos el autovirante y entramos al trantrán (la marea comenzaba justo a subir había muy poca corriente)
Después fué cosa de seguir el navionics al pie de la letra, y aunque nos despistamos un poco al comenzar a buscar el pantalán y nos quedamos encima de las rocas (hay una alineación de rocas entrando a estribor que ya marcan perfectamente el navionics y la hoja que tiene el Club náutico con instrucciones para el acceso). Dando un par de acelerones desencallamos y nos abarloamos al pantalán (el primero entrando es el que tiene más calado)
Dentro de la Ría no había gota de viento, y la verdad es que se estaba estupendamente. Después de amarrar y recoger un poco abrimos una botella de vino y celebramos el haber llegado sanos y salvos, junto con buen pan y embutidos de los que habíamos hecho provisión en cada puerto.
La localización del pantalán en una zona tan céntrica inevitablemente atrajo a gente que estaba paseando y entre ellos un compañero navegante que , al contarles cómo habíamos acabado allí nos dieron los contactos de varios electricistas y mecánicos, aparte de su teléfono personal por si necesitaba algo. La verdad que me levantó el ánimo bastante y agradecí su preocupación y ayuda.
Después de cenar en una terraza trasegando algunas sidras, mi compañero de aventuras partió de vuelta a sus compromisos y yo me quedé esa noche en un céntrico hotel, me lo merecía)))
Después de una ducha interminable me acosté en la suite nupcial (cosas del Booking
)
Aún estuve un rato dándole vueltas a mis opciones para continuar viaje, llamar a los electricistas que amablemente me habían proporcionado, al mecánico, buscar nuevo tripulante...
Me desperté temprano y ya con un plan en la cabeza, transportar el barco por tierra hasta mi puerto base. Me estaba quedando sin tiempo y, aunque encontrara otro compañero de aventuras, el pronóstico seguía siendo poco halagüeño para el resto de la travesía, con todavía unos días más de W.
Una vez decidido comencé por llamr primero al Club Náutico Deportivo de Navia, para arreglar la entrada, pagar y ver si era posible usar la grúa para desmontar el palo y cargar el barco en una góndola. Desde aquí un afectuoso saludo al Presidente del Club y a todos sus miembros, que en todo momento me ayudaron y me guiaron por un proceso que era (otra vez) nuevo para mí. Con la ayuda inestimable del compañero navegante (experimentado y además hábil y concienzudo) procedimos a marcar toda la jarcia mientras trataba con un transporte y con el varadero en Galicia para botar y arbolar el barco.
Hay veces en que parece que todo encaja sin esfuerzo, y esta vez salió todo como ni en mis mejores sueños hubiera podido pensar. En resumen:
Lunes: Buscar transporte, cuadrar con el Club la grúa para desarbolar y al día siguiente para cargar, buscar varadero en mi zona para lanzar y arbolar.
Martes: Ya tengo presupuesto y transporte para el miércoles. Desarbolamos por la tarde.
Miércoles: Cargamos el barco y sale a última hora dirección Galicia.
Jueves: Se descarga en el varadero y se lanza.
Al final el viernes no pudieron arbolar y me dediqué a pasar un cable nuevo de antena y cambiar las luces de tope y de motor.
Lunes: Se arbola y lo llevo al fondeo provisional, donde quedará hasta que vuelva.
Miércoles por la mañana, cojo el avión para retomar mi trabajo.
Un abrazo a Gerardo, que me ayudó durante mi estancia en Navia, me enseñó a desarbolar, a montar, a medir, me ofreció su casa y me tranquilizó disipando mis dudas. Gracias!!
También gracias a mis amigos de Galicia que me ayudaron a arbolar y me buscaron sitio para dejar el barco y cuidarlo mientras no vuelva.
Me he encontrado con gente encantadora y dispuesta a ayudar a un completo desconocido en todos los puertos que tocamos, y creo que, aunque a veces pensemos que el mundo se va a la mierda, todavía hay mucha gente que lo hace un lugar mejor. Con acciones, y no con opiniones, con ayuda, y no sólo con buenos deseos.
Gracias!
La carga fue bastante justa, pero al final todo salió bien. Un gran gruista, un gran camionero y un gran ayudante lo hicieron posible.
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