(24-11-2018, 11:04 AM)hopetos escribió: Esto de la Independencia es otro de esos conceptos manidos durante siglos, cuyo significado no acabo de ver claro en este ámbito de uso, el político. En realidad sólo existe la dependencia, si lo pensamos un poco. Hay grados de dependencia según las relaciones que establecemos con los demás, pero siempre la hay en algún grado. Según estas relaciones sean podemos sentirnos más o menos libres (sentimos, insisto) y más o menos dependientes. En realidad con una supuesta independencia lo que verdaderamente se hace es redistribuir la dependencia, sustituyendo o variando las relaciones, que no desaparecen. Yo puedo apoyarme en un pie y tener el otro en el aire, podré cambiar de pie cuántas veces quiera, pero no podré evitar seguir apoyándome. Las decisiones que tomamos siempre son dependientes también de los demás y las que los demás toman también son dependientes de nosotros. Cambiar de rey, de reino, de nombres, cambiar de dragones... Pero mantener los privilegios... Los catalanes tenemos el derecho a decidir sobre algo que afecta a todos porque los demás afectados no son catalanes ( no han nacido catalanes, no son príncipes, no tienen derechos de sangre...) Y lo mismo da si cambias catalanes por españoles, estadounidenses, europeos o ex europeos... Cambian los privilegios, pero permanecen, no desaparecen. Fronteras, fronteras, fronteras... Diques de contención, murallas, cercados...a veces para no dejar entrar, a veces para no dejar salir...y mientras cambiamos de dependencias nada cambia y todo permanece igual, la desigualdad, la miseria de muchos... Siempre aludiendo a las diferencias, siempre olvidando lo común.... Siglo tras siglo, este XXI también... Pero qué necios somos! Qué egoístas! Qué miopes!
Perdonad mi pesimismo. Me pasa como a Rocinante, debe ser que como poco.
Muy interesante reflexión Hopetos.
Pero con respecto a quién vota, si me permites uso el ejemplo de Galicia.
El primer estatuto - redactado incluso con el PP en mayoría - ya habla de privilegios,
Más o menos dice que los gallegos “ gozarán” del privilegio de esta legislación. Eso quiere decir que los que no son gallegos, no disfrutarán de esa normativa.
Pero ¿ quien es gallego? se supone que el que tiene derecho a votar en las elecciones.
Pues bien, si eres un ciudadano de otra comunidad y vienes a vivir a Galicia, te empadronas y al día siguiente “ gozas de los privilegios de ser gallego “, pero un gallego se va a vivir a Madrid y al día siguiente deja de poder votar en su comunidad- dado que vota en otra.
Sin embargo basado en eso que han dado en llamar “ gallegidad” el nieto de un gallego que emigró hace un siglo a América y no sabe ni dónde está la catedral De Santiago, puede votar y el que se fue a vivir a Madrid Hace un mes no.
Por eso, tenemos que reflexionar sobre lo que es ser catalán ¿ el que tiene 8 apellidos catalanes ? El inmigrante paquistaní o guaraní que vive en Barcelona hasta que pueda jubilarse en su país ?
¿ El que es de origen catalán pero lleva viviendo años en Australia ? ¿ no tendrían derecho a votar los que llevan años pagando desde otras comunidades para que se acabe la sagrada familia ? O los que han hecho la mili allí para defender las fronteras catalanas ?¿ o los que han vivido media vida allí y ahora se han jubilado en Andalucia o en Galicia.
El problema del hecho diferencial es que si eso te da privilegios, siempre se van a exagerar, aunque La realidad es que llevamos mezclando nuestra sangre desde tiempos inmemoriales, empezando porque el 90 por ciento somos descendientes del prolífico Genjis kan según han demostrado los últimos estudios genéticos.
Y menos mal porque los endemismos, solo empobrecen , solo ponen en peligro la supervivencia, porque lo que mejor la garantiza ni siquiera es ser más fuertes, sino más adaptativos y para que un ecosistema sea más adaptativos, la biodiversidad es clave.