Bueno, pues ya estoy amarradito en Sada, travesía de casi 30 millas sin más historia que la adversa salida de Cedeira y digo adversa porque al levantar el ancla estaba trabada en el fondo, tras varias maniobras a motor con diferentes ángulos de tiro y nada, seguía enganchado. Tirando fuerte con el molinete conseguí sacar a la superficie una gruesa estacha tirada por fondo, por fin iba a poder utilizar mi gancho anti-cadenas que me fabriqué para los más que probables líos con los fondeos griegos. preparé los dos cabos uno para tirar de la estacha y poder liberar el ancla y el otro amarrado a una anilla para voltear el gancho y que caiga la estacha o cadena a la que te has enganchado.
Ya había liberado el ancla cuando se me acercaron unos pescadores con la lancha, cuando vieron mis apuros desde un pesquero cercano, ayudándome a soltar ya el gancho, les di encarecidamente las gracias, pero en el fondo me sentí un poco frustrado, porque no pude documentar como hubiera sido mi intención la maniobra de un caso que raramente se da y haberlo mostrado, pero por otra parte satisfecho porque la solidaridad en la mar sigue siendo de gran valía, chapeau por los profesionales de Cedeira
Ya libre salgo de la ría con cuidado de librar el bajo del Meixon en la punta Charlateira para poner proa al cabo Prior. Un vientecillo NE de fuerza 3 me anima a izar el tormentín atangonado, que ya había preparado antes de salir, una pequeña ayuda al motor pero insuficiente como para pararlo,
26 días fondeado en Cedeira que casi se me han pasado sin enterarme y en cinco horas ya estaba en Sada, es desolador entrar en una marina en total soledad y aunque como es preceptivo en estos momentos, avisar a la marina de la llegada de un barco, porque tienen orden expresa de dar aviso a la Guardia Civil, decliné su ofrecimiento a ayudar en el amarre, ya sabía de ante mano mi plaza asignada.
Supongo que hoy tendré visita de la Benemérita, o quizás no, porque están al tanto de mis andanzas desde que salí de Bilbao, y ayer, cuando entraba en la ría de Ares pasó por mi proa la patrullera a una milla rumbo a Coruña y ni hicieron mención de acercarse a ver que hacía yo allí.
Bueno, ahora a esperar la llegada de mi mástil y mientras tanto hay otras labores que realizar a bordo de las que ya iré contando y documentando
Salud
Navegando con brisa portante a cabo Prior
Entrando en la ría de Ares con la brisa por el través, al fondo Sada