(16-03-2022, 07:59 AM)gypsylyon escribió: Segun lo que dices de China, te gustaría vivir en un país opresivo, represivo con pena de muerte a los críticos al regimen, sin libertades.
Esto me ha dolido. No lo esperaba de ti.
Y tampoco quieres ver que China esta haciendo lo mismo.
Veo que tu no viviste en los tiempos de Franco
He tratado mucho con chinos, en Malasia, un tercio de la población son chinos, Singapur es un país creado por inmigrantes chinos, y es una dictadura...ya nos gustaría a nosotros una democracia la mitad de justa que su dictadura.
Los chinos son gente activa, positiva, tremendamente trabajadora, honesta, se puede confiar en ellos. No son clasistas, no son protocolarios, te admiten sin remilgos. Su religión no es una losa, no son puritanos, no son obsesos sexuales como pueden serlo los hindúes. Son tremendamente familiares, la familia es sagrada, y todos los años se reunen en los cementerios para honrar y celebrar con la familia junta a los que ya murieron.
Su cultura es ancestral, una buena parte de los avances de la humanidad salió de ellos, y del pensamiento. Lao Tse es para mi el pensador más grande de la historia, muy por encima de Platón.
Tienen a Confucio, y su pensamiento ecuánime y social impregna totalmente el estilo de vida de la gente.
Su medicina parte de parámetros totalmente distintos a la nuestra, y funciona.
Si, tienen defectos, están absortos en su mundo y lo externo no les interesa demasiado. Por lo mismo, son especistas (como nosotros, que decimos que solo nosotros tenemos "alma") y el mundo parece que está ahí solamente a su servicio y al de uno de sus anhelos (que vendrá de su larga historia de hambrunas), el de la prosperidad.
Su historia no tiene nada que ver con la nuestra, de colonialismos y rapiña extendidos durante siglos, y, como está claro desde hace mucho, su hegemonía se implantará como algo natural, porque lo occidental claramente no ha conseguido deshacerse del clasismo, ni del puritanismo, ni ha avanzado en justicia ni en racionalidad. Tienen el mundo a su disposición, lo hemos perdido, por egoísmo, por cortoplacismo y por voracidad.
Pero nuestro engreimiento es ilimitado, preferiremos destruir el mundo a aceptar nuestro fracaso.