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En lugares con acantilados siempre (desde el siglo XIX) han habido , no casas sino mansiones en lo alto delante del mar.
En Baleares, Cataluña, la cornisa cantábrica...
Pero, con base en el mar no han habido muchas, tanto por la virulencia de los temporales como por (durante gran parte de la historia) los ataques piratas.
En muchos lugares de Italia y el norte de Europa, donde hay lagos abundantes, no sujetos a grandes oleajes, y donde una acumulación histórica de la riqueza permitió una alta burguesía (mas atrevidos que los aristócratas), digamos "caprichosa", hay numerosas construcciones sobre el agua o cerca de ella.
Aquí, no tantas, ni tan bellas, entre otras cosas porque, aunque habían muchos pueblecitos de pescadores pintorescos, todos ellos eran construcciones humildes de escasa calidad de construcción. Primero, por la pobreza de sus habitantes, segundo por la desconfianza en, fuera cual fuera la calidad de las construcciones, en su capacidad de supervivencia a largo plazo (temporales, bandidos, piratas...) y deber reservar todos sus activos para las embarcaciones de pesca...
Han quedado sorprendentemente algunas docenas de ellos, pero solo en lugares cuyo acceso era imposible con vehículos durante largo tiempo, y eso no los convertía en negocio ni su accesibilidad generaba demanda...
Curiosamente muchos de ellos son una versión idealizada y no correspondiente a la original:
Como en los pueblos aislados del interior, cada generación construía nuevas dependencias, en algunos casos mediavales (y no tal lejos...) edificadas con arcos sobre las calles, otros, ábsides sobre el antiguo corral, bodegas excavadas... Esta creatividad "lenta" de generación tras generación daba lugar a configuraciones hermosísimas.
Así mismo sucedió con muchos enclaves de pescadores, ya en el siglo XX, cuando se hicieron inviables para su modo de vida y, al mejorar los accesos fueron a manos de veraneantes de mayor poder adquisitivo.
En algunos lugares donde la presión social de los nuevos propietarios fue adecuada, las casas se ampliaron, reforzaron, aislaron, se juntaron huecos, se unificaron fachadas... Y el resultado, con los años, fue (estéticamente) mucho mejor que el original.
Ya en Francia, a mediados del XIX cayeron en una fiebre medievalista y se pusieron a conservar y salvar su patrimonio... falsificándolo. Se añadieron "anécdotas arquitectónicas" como escaleras exteriores, arcos bajo edificios, puentes previamente inexistentes... para que quedara "como DEBERÍA haber sido", no "como era".
El resultado, si habeis viajado por allí, sigue siendo magnífico...
En la misma época se intentó hacer cosas similares en España. En algunos pueblos y en alguna ciudad. Arreglaron, por ejemplo, en Barcelona el edificio de la Pia Almoina, en la entrada de la catedral, una entrada gótica (como el resto), de medio punto y un aspecto arquitectónicamente bonito e integrado.
... Pero triunfó en España la escuela contraria: la de la autenticidad cutre.
Los expertos se llevaron las manos a la cabeza por la "falsificación histórica" (olvidando que la fachada de la misma catedral, al lado, era de la misma época), destruyeron el portal de medio punto, dejaron lo que parece al salida de emergencia de una tasca y... falsificaron la parte alta del mismo edificio porque, ahí les debían pagar bien... (e insistieron por derribar otra falsificación: el cercano pont dels canonges)
Volviendo al tema... Ya suficientemente malo pinta el futuro de las construcciones de pescadores: Por favor, apartad a los "expertos" de cualquier intervención.