Veamos, un barco es una suma de compromisos.
Ligero pero resistente.
Habitable pero barato (por tanto, pequeño)
Estable de rumbo pero maniobrable.
.... Y así estaríamos "ad infinitum".
Un diseñador y un fabricante elijen los compromisos que consideran correctos para el segmento de mercado al que se enfocan. Y "le meten" guiños para otros segmentos.
...Pero...
Hay una serie de parámetros, tanto tradicionales como mas recientes, que muchos consideran irrenunciables. Como una curva de estabilidad con par de adrizamiento a mas de 130º, como un Stix mayor que la eslora en pies, como una A o un 1 en el apartado "categoría de navegación".
¡Ojo con considerarlo como palabra divina! Si has ido a ver un barco y te gusta, es que estás el segmento de mercado para el que ha sido diseñado y construido. Pero si has de mirarte todas las características que, en distintas épocas y sistemas, fueran alguna vez consideradas un indicador fiable... vas a cagarla.
Los índices de confort y periodos de balance lentos fueron indicadores en la época de quillas corridas integradas, así como la estabilidad de rumbo (no habían pilotos automáticos) que conlleva una falta de maniobrabilidad desesperante en puerto y en fondeo...
Los índices y ángulos de adrizamiento se sobrevaloraron despues de la golden-globe, y tratan absolutamente de forma injusta a los barcos de orza abatible.
Si quieres un buen regatero que defienda su rating, barato de mantener, con la capacidad de cruceros costeros (mirando la meteo, claro ¿o se pretende ni mirarla?), pues ¿para que quieres un super-STIX?
Los astilleros no cuelgan estos datos porque, cuanto mejor balanceados de características están, peores son. Y, como los clientes, no es que seamos tontos, pero nos hemos auto-adoctrinado, pues no confían en nuestro criterio (ni en los malos datos de sus barcos...
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Yo soy de esos "tontos", me gusta el acero, la sensación indefinible de navegar en un desplazamiento medio, buen par de adrizamiento por lastre, etc...
Pero soy consciente de que muchas de estas características "que me gustan" están superadas técnicamente y por un mercado que, en la práctica, navega fines de semana y vacaciones.
Es decir: Ojo con sacralizar los números...