Buenas.
Desde que ha empezado la campaña consumista de cada final de año voy bastante apurado en el trabajo, y la semana pasada hice novillos en el post. En venganza, esta semana van dos fotos.
Una:
Un retrato del maestro Vicente a la caña, hecho el pasado verano en la "trobada" de l'Ametlla de Mar. La foto ilustra los equilibrios que se hacen habitualmente para tener buenas fotos en navegación sin perder el rumbo. El llaüt es el "Mestraló".
Por cierto, no puedo dejar de decir que la navegación tradicional no sería lo mismo en Catalunya sin el inmenso trabajo hecho por Vicente desde finales de los años 70. El libro "Nuestra vela latina", que escribió junto con el malogrado Quico Oller, sigue siendo una referencia más de 20 años después, y él sigue calculando velas, aconsejando en restauraciones, trabajando activamente en ellas y haciéndonos repetir una y otra vez complicadas maniobras que sin él no haríamos.
La otra:
Después de la "llevantada" del miércoles y jueves, con olas de muchos metros a lo largo de toda la costa de Girona y Barcelona, fue casi un milagro que mi calendario laboral coincidiera con una breve ventana de buen tiempo. Tan buen tiempo que después de degustar un vermut de Reus y unas olivitas en plena ceñida, tuvimos que volver a puerto a motor para no comer a la hora de merendar. Esta es la costa que se ve llegando a Sant Feliu de Guíxols desde Levante: la ermita de Sant Elm (justo a estribor del palo), las rocas de la punta de Garbí (entre el palo y el obenque de babor) y el magnífico y agreste litoral de las sierras de Cadiretes y l'Ardenya, que se extiende hasta el cabo de Tossa (al fondo de todo).
Ale, por hoy ya está bien de ladrillo.