¡Que raro (*) me siento cuando voy a explicar un poco de la historia de la evolución de los cruceros oceánicos, cuando toda ella ya la he vivido!
Hay dos eras de los solitarios o en familia vueltamundistas o casi.
La era pre-Chichester, pre-Moitessier y después...
1er post: De Joshua Slocum a Chichester.
Antes del siglo 20 ya hay noticias de aventureros cuyos viajes, mas que románticos, habría que calificar de obsesivos.
De hecho, eran varios los que habían atravesado el Atlántico norte a remo y en solitario, o a vela en un bote de unos 3 metros...hablo del siglo XIX.
El mas famoso, sin duda, fue Slocum, un marino profesional que restauró un barquito dedicado a la pesca de ostras y dio la vuelta al mundo en solitario y luego, con su mujer, que estar solo es mu malo: Esta es la primera lección de este post.
Los de los remos serían los que hoy intentan batir un record guiness.
Los solitarios, la curiosidad, la ilusión y un reto personal.
Pero la primera conclusión técnica para el tipo de barco es: navegar, al menos, a dos. Y si el otro es tu pareja, mejor.
Al principio, cuando se planteaban cruzar el Atlántico o el Pacífico (no nos olvidemos de los precursores de USA, Vito Dumas a parte) se daba por cierto que:
1 - Un barco de desplazamiento pesado era mejor.
Motivo: un periodo de balance menos cansado para largas travesías
2 - Un barco de quilla corrida era mejor
Motivo: antes de la aparición de los timones automáticos era el único que permitía dejar la caña amarrada e ir a cambiar la vela de proa. Incluso echar una cabezadita (cuentan de algunos barquitos que se mantenían 1 hora en rumbo y muchos mas de 15 minutos). Además, si habías de varar con la marea, dado que solo se construían con madera, era el único diseño que aguantaba.
Otro motivo para 1 y 2: Nos enamoramos de los defectos de nuestros barcos. Por ejemplo yo, a veces, aún echo en falta las "guanteras" de la brazola que hace "poquito" llevaban casi todos (fuente de pérdida de objetos, no limpiables, etc). También la clásica "caja" abierta junto al casco en la mesa de cartas que llevaban los Doufour o Gib Sea (la llevaban para simplificar la carpintería, pero ¡Cómo se encontraba a luego faltar en otros barcos!)
Bien, pues en los primeros cruceros transmundistas, las consecuencias de desplazamiento pesado, periodo de balance largo y quilla corrida, daba lugar a una unión suave de casco y quilla, muy voluminosa (volumen sumergido), que permitía estiba de tanques y hasta el motor... y obligaba, para compensar aumentar la proporción de lastre hasta el 40 o 50%.
Esto no es una ventaja, es una consecuencia, pero también se echaba a faltar y no se concebía un barco "sin sentina habitable
".
3 - Preferían el aparejo de ketch, goleta o yawl.
Motivo: Velas mas pequeñas para menos esfuerzo al cambiarlas. Posibilidad de usar con adaptación chapucera una para recambio de otra aunque no fuera su función (mesana como trinqueta, yanqui como entrevelas, etc).
Además, si no había piloto automático, a pesar de la quilla corrida, el barco era mas fácil de equilibrar a un rumbo dado.
4 - les gustaba la bañera central o cerrada.
Motivo: No solo era porque con dos palos podías tener a mano la maniobra, sino por el periodo de cabeceo, también lento.
Era frecuente que te rompiera una ola encima o, mas bien, que al reaccionar a la misma el barco tarde, entraba mucha agua sobre cubierta por popa y salía, con la muy mala intención de llevarse cosas. Por ejemplo, a ti.
Los navegante de la época se sentían mas seguros en una bañera central o, al menos, en una sólidamente cerrada por popa.
(Bueno, tengo que dejarlo, mañana sigo con la era post-Moitessier)
(*) raro = viejo