22-12-2018, 12:50 PM
Me gusta el mar.
Es así....... Siento decirlo, pero me gusta el mar.
Y digo que lo siento, porque a pesar de haber nacido, y de haber pasado los primeros 25 años de mi vida a escasos kilómetros de tu orilla, a pesar de haberte visitado asiduamente y de haber disfrutado de tus cálidas aguas en mis baños estivales desde que era un niño, nunca mostré hacia ti un gran interés, ni te presté la atención que sin duda tu te merecías.
Tuvieron que pasar otros 25 años, en los que alejado de ti, y alentado por mi mujer, me he dedicado a ejercer la Medicina en su tierra, la mancha manchega, para empezar a sentir que te añoraba y te echaba de menos.
Pero entonces, la casualidad y el destino quisieron que compráramos un ático en la localidad alicantina de El Campello, y entonces todo cambió.
Me enamoré al instante de ti y de tus colores. Pero como un adolescente que de repente descubre lo que es una mujer, después de haber estado hasta entonces toda la vida entre ellas sin haberles prestado atención.
Azul, azul, azul........
Todo en mi apartamento es blanco. desde las paredes, hasta los muebles y las cortinas. No he querido que ningún color te robe el protagonismo que tienes desde mis ventanas.
Te puedo ver desde mi cama, cuando abro los ojos y el sol emerge por el horizonte clareando el cielo. Te puedo ver desde mi ducha. Si, porque dejo a propósito la puerta del baño abierta para poder observarte mientras el agua cae sobre mi. Te podemos ver desde la cocina, que es abierta al salón, mientras desayunamos, o preparamos el aperitivo y la comida.
Y que decir del salón; porque, desde sus tres ventanales, es poco decir que te veo. Sería mas apropiado decir que te poseo.
Me encuentro exultante cuando voy a verte los fines de semana, y triste y abatido cuando me alejo de ti. Me consuela saber que en unos años, tras jubilarme, podré disfrutar de tu presencia todos los días.
Y en este momento de mi vida, he llegado a una conclusión:
Yo no me puedo morir sin haber vivido la experiencia de saber lo que es tener un barquito para poder estar dentro de ti; olerte de cerca y tocarte mientras surco tus aguas azules.
Azul, azul, azul........
Será quizás que en el fondo, y aunque he tardado en darme cuenta, como dice Serrat en su canción, "tengo alma de marinero".
Y que le voy a hacer si yo,.........
¡¡¡¡ Te quiero, Mediterraneo ¡¡¡¡
Sirva esta declaración, como mi presentación pidiendo ser admitido en este foro.
Es así....... Siento decirlo, pero me gusta el mar.
Y digo que lo siento, porque a pesar de haber nacido, y de haber pasado los primeros 25 años de mi vida a escasos kilómetros de tu orilla, a pesar de haberte visitado asiduamente y de haber disfrutado de tus cálidas aguas en mis baños estivales desde que era un niño, nunca mostré hacia ti un gran interés, ni te presté la atención que sin duda tu te merecías.
Tuvieron que pasar otros 25 años, en los que alejado de ti, y alentado por mi mujer, me he dedicado a ejercer la Medicina en su tierra, la mancha manchega, para empezar a sentir que te añoraba y te echaba de menos.
Pero entonces, la casualidad y el destino quisieron que compráramos un ático en la localidad alicantina de El Campello, y entonces todo cambió.
Me enamoré al instante de ti y de tus colores. Pero como un adolescente que de repente descubre lo que es una mujer, después de haber estado hasta entonces toda la vida entre ellas sin haberles prestado atención.
Azul, azul, azul........
Todo en mi apartamento es blanco. desde las paredes, hasta los muebles y las cortinas. No he querido que ningún color te robe el protagonismo que tienes desde mis ventanas.
Te puedo ver desde mi cama, cuando abro los ojos y el sol emerge por el horizonte clareando el cielo. Te puedo ver desde mi ducha. Si, porque dejo a propósito la puerta del baño abierta para poder observarte mientras el agua cae sobre mi. Te podemos ver desde la cocina, que es abierta al salón, mientras desayunamos, o preparamos el aperitivo y la comida.
Y que decir del salón; porque, desde sus tres ventanales, es poco decir que te veo. Sería mas apropiado decir que te poseo.
Me encuentro exultante cuando voy a verte los fines de semana, y triste y abatido cuando me alejo de ti. Me consuela saber que en unos años, tras jubilarme, podré disfrutar de tu presencia todos los días.
Y en este momento de mi vida, he llegado a una conclusión:
Yo no me puedo morir sin haber vivido la experiencia de saber lo que es tener un barquito para poder estar dentro de ti; olerte de cerca y tocarte mientras surco tus aguas azules.
Azul, azul, azul........
Será quizás que en el fondo, y aunque he tardado en darme cuenta, como dice Serrat en su canción, "tengo alma de marinero".
Y que le voy a hacer si yo,.........
¡¡¡¡ Te quiero, Mediterraneo ¡¡¡¡
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