La igualdad, la justicia, el estado de paz etc, son conceptos contra natura, inventados para conseguir una convivencia no violenta, lo cual ya se opone al concepto de libertad, la cual no existe y es incompatible con los términos anteriormente mencionados, ya que la libertad absoluta nos lleva a situaciones de desigualdad, injusticia y estado de guerra, por lo que para vivir en sociedad solo puede existir más o menos permisividad.
No se puede meter en el mismo saco a un "rompeescaparates" de manifestación "antifascista", un maqui de la posguerra, un manifestante de la "primavera arabe", un indígena amazónico, un sicópata ruso, un antidisturbios, un Ustacha croata, un abusón de colegio, una mujer maltratada que degolla a su marido mientras duerme... y todos utilizan la violencia.
Lo que para unos es un terrorista, para otros es un revolucionario o un libertador. Lo que para unos es un policía guardando el orden, para otros es un elemento de represión, incluso lo que para unos es un chorizo del tres al cuarto otros lo ven como "un maquina con dos huevos", de todo hay.
Incluso entre los máximos representantes de los extremos hay excepciones, estoy seguro que en Auschwitz había carceleros buenos y que Gandhi no era todo bondad.
En situaciones de guerra, la misma persona puede cometer actos horribles y de extrema bondad en el transcurso de unas horas.
No creo que haya un solo estado, en toda la historia, que haya conseguido lo que ha sido o es, sin usar la violencia. Es más, estoy completamente seguro que esos "derechos fundamentales" que son agredidos como dice el título del hilo, se han conseguido con el uso de la violencia.
La historia del mundo es una historia de violencia, y seguirá siéndolo, pensar lo contrario es una utopía.
Si, yo creo que usar la violencia está justificado en según que circunstancias, y no dudaría en utilizarla, en revolverme, en luchar, si fuera necesario, y estoy seguro de que los que la rechazan totalmente, la usarían llegadas las circunstancias necesarias a no ser que seas una persona con unas convicciones más fuertes que el instinto de supervivencia, y esos "fenómenos" se pueden contar con los dedos, y, seguramente, aún así, acabarían sus días violentamente.
Las circunstancias mandan.
Saludos.