Apunto en este hilo la discusión reciente sobre la configuración de velas de proa que surgió en el hilo de los 45 pies.
Con las velas de garruchos un solo stay era suficiente para todas las necesidades, génova ligero, foque y tormentín basicamente, y como vela “especial” para condiciones favorables, el spinakker.
Una vela de garruchos se puede trimar y aplanar, porque tenemos siempre control sobre la tensión de driza, y nada le produce turbulencias en su borde de ataque, en su gratil.
Para popas, la solución era atangonar.
Pero teniendo un solo stay, era necesario cambiar de vela según la intensidad del viento, y eso significaba ir a proa, arriar una vela, engarruchar otra e izarla, una operación trabajosa, húmeda en muchas ocasiones y que conllevaba riesgos.
Surgieron y se generalizaron los enrolladores, la misma vela cubría toda la gama de intensidades de viento, o casi toda, y no era necesario ir a proa a cambiar de vela. Magnífico, la facilidad de maniobra era un argumento poderoso. Muchos barcos pasaron a equipar solamente una mayor y un génova enrollable.
Inconvenientes:
- El rendimiento es peor que el de un génova de las mismas dimensiones con garruchos, el tejido debe ser más fuerte para soportar las distintas intensidades de viento.
- La vela semienrrollada es imposible de trimar, perdemos el control de la tensión de driza.
- Enrollador y vela enrollada es peso a mucha altura y producen resistencia al viento.
- La vela no puede tener alunamiento ni sables horizontales.
- Un génova muy enrollado puede valer como tormentín para correr un temporal, pero dificilmente para ceñir y escapar de una costa a sotavento.
- Las escotas suelen ir por fuera de los obenques, está bien para poco viento, pero para ceñidas con viento fresco, los escoteros deberían estar más a crujía, si eso no se consigue, las posibilidades de hacer un buen ángulo de ceñida son muy bajas.
- Los enrolladores son caros, precisan de mantenimiento y un fallo puede crear un problema bastante gordo.
Para soslayar estos inconvenientes aparecieron distintos tipo de soluciones: los stays largables, poner dos enrolladores uno delante de otro, los tormentines que abrazan la vela enrollada, los almacenadores para velas ligeras..
En cruceros de altura, usar dos enrolladores es una solución muy utilizada, el de más a popa puede llevar una vela autovirante y bien plana para ceñidas duras, y el de proa puede llevar una vela más ligera.
Los almacenadores han tenido enorme auge porque permiten llevar una vela muy ligera sin precisar un stay para ello, simplemente un bauprés o botalón que supere por proa al stay principal.
Del tema tangones, la tendencia va hacia su progresiva desaparición, indudablemente su maniobra, sobre todo en solitario o con tripulación reducida, es complicada, engorrosa y requiere andar haciendo equilibrios por proa, o sea, riesgo.
Los grandes barcos de regata oceánica fueron los primeros en desentenderse de ellos y sustituirlos por velas de portantes asimétricas y rumbos de aleta. Pero para crucero puro, poder ir con un aparente de 170º o 175º con una vela que arriba y otra que orza y con la ola bien por popa, sobre todo con viento fuerte y ola, es indudablemente mejor que ir a un 150º más atravesado a la ola y con todas las velas a una sola banda.
Mi opción para el SR2 es una configuración de velas de proa destinada claro al crucero de altura, que creo que puede traer ventajas sobre las configuraciones más comunes a día de hoy. Está pensada para barcos que ya cuenten con ella desde la fase de diseño, pero en según que casos también podría adaptarse un aparejo ya existente, repito, en según que casos, dependerá de múltiples factores.
Parto de que debe ser un aparejo que funcione en todas las condiciones y de que la facilidad de maniobra y el minimizar riesgos es un factor fundamental.
La vela principal de esta configuración sería un foque de 20,30 m2 y un gramaje de 10 onzas (aprox 30 gr/m2). Autovirante, esbelto, con stay arraigado en el mástil cerca del tope (estilo Solent) para evitar burdas. Arraigado en cubierta a popa de la roda. Con botavara y lazy bag. Con alunamiento bien marcado y sables horizontales, Con garruchos metálicos o textiles. Podría llevar rizos. Se adujaría sobre su botavara. Podría llevar una cargadera para facilitar su arriado desde la bañera. Podría ir sobre enrollador, pero eso aumentaría coste, peso en altura, resistencia al viento e imposibilitaría el alunamiento de baluma u obligaría a más delicados sables verticales.
Esta vela debería ser operativa desde 10 nudos de real hasta 30 en ceñida y entre 15 y 35 en portantes.
La segunda vela sería un génova ligero (código cero) sobre almacenador fijado al bauprés. De 50 m2 y gramaje 6 onzas (inglesas, unos 200 gr/m2). Su amura estaría desmultiplicada y se manejaría con winche desde el piano.Una vela grande y ligera. Escotas a las aletas de popa y con barbers.
Operativa desde 2 nudos a 15 en ceñida y de 3 a 20 en portantes.
La tercera vela sería un tormentín de 10,9 m2 de gramaje 10 onzas que utilizase el mismo almacenador que el código cero y su misma amura desmultiplicada, pero retrasada del bauprés a un cadenote en la roda. Tendría su cabo de torsión propio, una banda solar que le permitiera estar mucho tiempo izado sin que le afectasen los UV, y podría semienrollarse para no rozar con el stay de foque en viradas o trasluchadas. Tendría escoteros propios.
Sería operativa entre 25 y 60 nudos. Permitiría ceñir asociada con la mayor con tres o cuatro rizos, la mayor de capa o la mesana rizada.
Este sería el conjunto mínimo. Podría agradecerse una vela más de portantes, otro código cero más embolsado o un asimétrico con calcetín.
La maniobra prescindiría totalmente de tangones, la botavara de foque permitirá llevarlo a orejas de burro y eso puede ser especialmente útil entre 20 y 35 nudos. Su maniobra es tan simple como llevar una retenida desde la proa por cada banda y ajustar el ángulo que deseamos que la botavara tome con respecto a crujía. En trasluchadas, largar retenida de una banda, cazar y soltar escota y cazr la retenida de la nueva banda. En cualquier momento, ponerse a ceñir es tan fácil como soltar retenida y cazar escota, lo cual puede una seguridad enorme ante un obstáculo que aparece por la proa o un nunca deseable HAA.