05-01-2020, 09:10 PM
Quiero empezar el año, dando cumplida cuenta a mis promesas... así que aquí estamos.
Este es mi primer proyecto y, probablemente el más ambicioso y complejo. Será mi tercer velero.
El primero, un CNSO Karaté 33 AR; luego fui a por un Fortuna 9 y acabé con un VDN 30 (que es el mismo casco, pero con alguna modificación).
Durante los años que tuve el VDN 30, empezó a germinar la idea de ir soltando lastre y hacerme con un barco metálico con uno o dos metros más de eslora que el 30 pies para viajar en él. Durante mi vida laboral he viajado mucho, muchos de estos sitios han sido paraísos, otros no. Y empezaba a estar cansado de la rutina laboral. Tracé un plan de choque para ver con cuanto podría vivir al mes...
Mientras, como no tenía ni idea de barcos metálicos, busqué el consejo del que pensé que era el que mejor me podría asesorar. Ahí apareció Enrique y me dio una clase magistral de los puntos débiles y los fuertes de su Simbad. Esto ocurría en 2012 o 13. Mientras me fumaba un pitillo en el pantalán no podía dejar de mirar el famoso aluminio naranja... en aquella época según recuerdo estaba abanderado en Panamá, creo. Meses más tarde, con otro dueño, intenté comprarlo, pero al final su destino lo puso rumbo a Galicia.
Al mes, se me volvió a cruzar un anuncio de un aluminio en Tarifa, con fotos en B&N. Y esta vez si que respondieron a mis llamadas.
Así que en la primavera del 14 compré un casco pelado de aluminio de un Van de Standt 40 modelo Caribbean y vendí mi VDN.
El casco lo realizaron en astillero (MintYachts) en 2007.
Mi idea es navegar sin prisa por las zonas intertropicales. Y todo, a excepción de las soldaduras serias, lo estamos intentando y a veces, realizando mi pareja y yo.
Tengo un blog, bastante descuidado, donde he intentado plasmar lo que he ido haciendo en el proyecto desde que lo compré. Yo me he leído casi todo lo que he ido encontrando sobre reconstrucción y construcción en acero y aluminio. Me sirvió de mucho, leer el blog del Alea y, quise que mis errores sirvieran para ayudar a otros a no cometerlos.
Diseñe el interior de una forma clásica. Sólo tenía claro que quería un espacio de almacenaje y a ser posible con un pequeño taller; la mesa de cartas generosa y mirando al sentido de la marcha; un baño con espacio de ducha independiente al resto del aseo y la cocina en U.
Si me fuera a poner ahora, no dejaría estas ideas, pero si que me ahorraría uno de los camarotes (tengo uno a proa y otro a popa).
Me empeñe en ponerle una "capota antirociones fija" y no me arrepiento, porque yo que soy Don calores, he pasado mucho frío navegando de noche en el Mediterráneo en verano. En invierno ni te cuento...
Como no quiero empezar a poner cosas de hace años, voy a empezar a poner lo penúltimo que pusimos en el barco.
El suelo de la mitad de proa del barco. No es un suelo típico con limoncillo. Es un suelo de fenólico de abedul de 15mm con cubierta de un material que no resbala y superduro. Entre negro y marrón oscuro con unos pequeños hexágonos de dibujo. Los registros los he canteado con tiras de aluminio anonizado de 15x1 mm.
Este es mi primer proyecto y, probablemente el más ambicioso y complejo. Será mi tercer velero.
El primero, un CNSO Karaté 33 AR; luego fui a por un Fortuna 9 y acabé con un VDN 30 (que es el mismo casco, pero con alguna modificación).
Durante los años que tuve el VDN 30, empezó a germinar la idea de ir soltando lastre y hacerme con un barco metálico con uno o dos metros más de eslora que el 30 pies para viajar en él. Durante mi vida laboral he viajado mucho, muchos de estos sitios han sido paraísos, otros no. Y empezaba a estar cansado de la rutina laboral. Tracé un plan de choque para ver con cuanto podría vivir al mes...
Mientras, como no tenía ni idea de barcos metálicos, busqué el consejo del que pensé que era el que mejor me podría asesorar. Ahí apareció Enrique y me dio una clase magistral de los puntos débiles y los fuertes de su Simbad. Esto ocurría en 2012 o 13. Mientras me fumaba un pitillo en el pantalán no podía dejar de mirar el famoso aluminio naranja... en aquella época según recuerdo estaba abanderado en Panamá, creo. Meses más tarde, con otro dueño, intenté comprarlo, pero al final su destino lo puso rumbo a Galicia.
Al mes, se me volvió a cruzar un anuncio de un aluminio en Tarifa, con fotos en B&N. Y esta vez si que respondieron a mis llamadas.
Así que en la primavera del 14 compré un casco pelado de aluminio de un Van de Standt 40 modelo Caribbean y vendí mi VDN.
El casco lo realizaron en astillero (MintYachts) en 2007.
Mi idea es navegar sin prisa por las zonas intertropicales. Y todo, a excepción de las soldaduras serias, lo estamos intentando y a veces, realizando mi pareja y yo.
Tengo un blog, bastante descuidado, donde he intentado plasmar lo que he ido haciendo en el proyecto desde que lo compré. Yo me he leído casi todo lo que he ido encontrando sobre reconstrucción y construcción en acero y aluminio. Me sirvió de mucho, leer el blog del Alea y, quise que mis errores sirvieran para ayudar a otros a no cometerlos.
Diseñe el interior de una forma clásica. Sólo tenía claro que quería un espacio de almacenaje y a ser posible con un pequeño taller; la mesa de cartas generosa y mirando al sentido de la marcha; un baño con espacio de ducha independiente al resto del aseo y la cocina en U.
Si me fuera a poner ahora, no dejaría estas ideas, pero si que me ahorraría uno de los camarotes (tengo uno a proa y otro a popa).
Me empeñe en ponerle una "capota antirociones fija" y no me arrepiento, porque yo que soy Don calores, he pasado mucho frío navegando de noche en el Mediterráneo en verano. En invierno ni te cuento...
Como no quiero empezar a poner cosas de hace años, voy a empezar a poner lo penúltimo que pusimos en el barco.
El suelo de la mitad de proa del barco. No es un suelo típico con limoncillo. Es un suelo de fenólico de abedul de 15mm con cubierta de un material que no resbala y superduro. Entre negro y marrón oscuro con unos pequeños hexágonos de dibujo. Los registros los he canteado con tiras de aluminio anonizado de 15x1 mm.
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