(17-04-2021, 07:21 PM)DESBARATE escribió: Y xq hay q irse a ese extremo?
Con D. Felipe González Márquez en la presidencia de gobierno este país funcionó bastante bien. Pero tuvo errores que hicieron presidente a Aznar. Realizó ajustes que dieron frutos. Pero se equivocó, y llegó el mamarracho de Zapatero. Aquí empezaron las agresiones a policías, médicos, profesores... Luego vino Rajoy, ni fu ni fá... Y hasta el mentiroso actual que tuvo que meter al Generalísimo en la actualidad diaria para su supervivencia.
Para comprender mínimamente la historia de este país hay que remontarse mucho más atrás, a sus inicios. Aquí no triunfó nunca una revolución, al contrario que en nuestros países vecinos, Portugal y Francia son dos ejemplos claros.
En el siglo XV en Galicia hubo dos revoluciones antifeudales, las primeras de toda Europa, y tuvieron un éxito relativo, en la segunda se derribaron todas (menos una, el castillo de Pambre) las fortalezas de Galicia, y los feudales fueron expulsados. Pero finalmente las revoluciones fueron reprimidas a sangre y fuego y parte de las fortalezas se reconstruyeron. Galicia no volvió a levantar cabeza en varios siglos (si es que la ha levantado de nuevo que me parece que no).
Les sucedieron los comuneros y las germanías, justas revoluciones igualmente aplastadas de manera sangrienta. Un artículo del País culpaba hace pocos días la derrota de los comuneros a unas lluvias torrenciales. Yo creo que no, todas estas revoluciones fueron aplastadas por la existencia de una parte de la población que ha vivido siempre de las migajas que se le caen a los poderosos, sus sicarios o como mínimo, esquiroles del sistema, un sistema que ha sido siempre profundamente desigual y que mantiene a parásitos con el único propósito de ser apoyo al conservadurismo del poder, caciquismo, clientelismo, latifundismo, represión, corrupción, nepotismo...son engranajes perfectamente engrasados aquí con el único fin de perpetuar a los mismos grupos de poder que se suceden manteniendo una estructura de país inoperante, absurda, ineficiente, arcaica, que no nos hemos nunca podido nunca sacudir de encima.
En el fin de la segunda república, colaboraron todas estas fuerzas parásitas, ávidas de repartirse un país que había alcanzado un notable grado de madurez y modernidad (solo unos pocos años antes se había vencido en la tremenda y prolongada batalla contra los foros, contra los impuestos pagados a los aristócratas por el uso de la tierra, que nominalmente poseían), junto a un apoyo fascista externo que deseaba probar armas antes de involucrarse en un conflicto más amplio. Y el arma principal que probaron fue la Propaganda, el arma que Goebbels llevaría a su máxima expresión. Rojos, azules, bombardeo masivo de mentiras, desinformación...Lo que convertiría años más tardes al país más culto y educado del mundo en ese momento en una horripilante distopía nazi.
Y represión brutal para acabar con todo lo que significaba la república y sus enormes avances sociales, un genocídio en toda regla a la altura de los más grandes genocidios de la humanidad, para imponer lo que de otra manera no entraría jamás.
Y tras los 36 oscuros años de dictadura e infantilización de una sociedad completa, junto a los grandes poderes internacionales, se programa un lavado de cara que mantenga la misma estructura con una carrocería más acorde a los tiempos.
Si en ese momento se hubiese presentado el partido comunista en igualdad de condiciones se hubiese llevado las elecciones de calle, hubo que maquillar el proceso e inventarse un Psoe representado por unos personajillos que se prestaron al juego sabiendo muy bien lo que iban a hacer.
Casi se les va el artefacto de las manos, porque apareció una sociedad pujante ansiosa de libertad y con mucho que decir, los mismos poderes que organizaron el tinglado tuvieron que recurrir a la introducción masiva de la droga para anular a una juventud que reclamaba derechos, liberdades y poder.
Los personajillos optaron por quitarse la careta y dedicarse a lo que creían que tenían derecho, a enriquecerse y a tratar de situarse dentro de los poderes que les habían colocado ahí..
A partir de ahí creo que ya no ha pasado nada interesante ni que no fuera perfectamente previsible: burbuja inmobiliaria, sucesión de crisis, pérdida de derechos adquiridos antes en dura lucha, 60.000 millones robados por los bancos, liquidación de la banca pública, desmantelamiento general del estado (el del Bienestar ni lo nombro, pura propaganda), disolución de sindicatos, convenios colectivos, leyes mordazas, saqueo a la hucha de pensiones.. todo muy esperable y desde luego bastante triste..
Y de la decadencia, el desmoronamiento, que puede ser interesante de nuevo...