Ahi va un relato, más vale tarde que nunca, de la travesía de Lanzarote al Mediterráneo:
Martes 23 de enero, revisión del barco, aparejo, jarcia, maniobra, timonería, achique, balsa, herradura, niveles aceite, tanques, baterías, monitor, ais, instalación de ais en móviles mediante wifi..todo correcto, barco en buen estado y con 7x20 litros de gasóleo extra aparte de los 200 del tanque del barco. El indicador de nivel del tanque marca 3/4 a pesar de estar completamente lleno.
Vamos a hacer las últimas compras, pan, fruta, más agua, vegetales, yogur líquido...una parada en una ferretería grande para comprar plomos de pesca, un aerosol de lubricante (se les ha acabado el de teflón, llevamos de vaselina), pilas.. estamos listos, vamos a comer y a recoger a Alberto.
Preciosa Lanzarote, una parada de puro placer en medio de las viñas volcánicas a degustar un malvasía seco...los placeres terrícolas..!
Comemos en un teleclub bastante apartado y al aeropuerto.
Conocemos a Alberto, no había duda, vamos a congeniar los tres. La meteo manda, la ventana para subir sin un alisio fuerte establecido hay que aprovecharla, y existe la posibilidad de que si nos retrasamos se establezca levante fuerte en el estrecho..vamos allá, le explicamos a Alberto lo fundamental del barco, y sin una estiba completa de los víveres, soltamos amarras, ya habrá tiempo para organizarse bien a bordo. Una última parada en la gasolinera del puerto para comprobar que el tanque principal está a tope: entran unicamente 5 litros...
Anochece mientras salimos por la bocana de Rubicón. A mediodía soplaban unos buenos 25 nudos y ahora queda algo de mar revuelto y unos agradables 15 nudos de ENE. Rodeamos Punta Pechiguera y comenzamos a bordear la costa oeste de Lanzarote, protegidos del mar de viento. La previsión dice que hay mar de fondo de NW de 2 metros pero no lo apreciamos.
Hacemos un 30 de compás, a motor y con un tercio de mayor y un cuarto de génova; nuestra intención es pasar la primera noche tranquila mientras nos habituamos al mar y al barco. Al pasar el lomo de Lanzarote ya comienza a entrar el mar de viento de ENE. El barco avanza bien, con pocos pantocazos. El motor es un magnífico Yanmar 40 que mueve el barco sin esfuerzo a 2.100 revoluciones. El mar aumenta al salir del resguardo de Graciosa y Alegranza, pero es llevadero.
Tenemos luna casi llena, organizamos las guardias para que siempre haya dos en cubierta, dormir dos horas y velar cuatro, a ver que tal resulta.
A medida que avanza la noche el mar se vuelve más irregular e incómodo,vienen algunas tandas de olas altas y cortas. La predicción es que tengamos viento hasta mediodía del miercoles 24 y hay que tomarlo como es, permite dar una idea de lo que puede ser si tienes que hacer toda esta travesía con NE entablado, y es ENE y no pasa en ningún momento de los 22 nudos.
Amanece, miercoles 24, y el viento continúa en torno a los 15 nudos, pero se ve que va perdiendo fuerza. Está nublado. Pero la mañana siempre anima, abrimos más vela pero seguimos apoyando con el motor. Pasa un solitario alcatraz, no hemos visto más pájaros.
A mediodía abrimos toda la mayor y casi todo el génova y apagamos motor, hay 12 nudos de viento, vamos a 5,5 y nos mantenemos así unas tres horas, pero el viento sigue aflojando y además rola a NE, recogemos génova y motor de nuevo.
Tenemos la alegre visita de una bandada de delfines mulares, que juegan y saltan un rato en nuestra proa y aún volverán ocasionalmente un par de veces más antes de la noche. Alberto nos regala con una deliciosa pasta fresca con pesto y comienza una nueva noche en la que el viento no ha caído de todo como estaba en la previsión, sino que se mantiene en torno a los 9/12 nudos pero de NE..por avanzar lo máximo posible, vamos a motor con la mayor apoyada en el viento alternativamente por una banda u otra, según pidan los roles de viento. Ya hemos enderezado rumbo y apuntamos en lo posible a Cabo Espartel.
Pasa un buque cisterna a 0,7 millas...con lo grande que es el mar, a veces hay cruces muy cercanos. Apenas hay tráfico en esta zona, la ruta principal va de San Vicente y del Estrecho al canal entre Gran Canaria y Tenerife.
La nueva noche mantiene el esquema, ya muy poco mar, entre 10 y 12 nudos de viento del NE y motor a 2.100 vueltas. La luna presenta halo y se oculta exactamente cuando sale el sol, hoy es luna llena.
El nuevo día, jueves 25, amanece rojizo y la luna tiene halo, no me gustan los rojizos al amanecer, pero la predicción es muy buena. Un amigo meteorólogo nos ha dicho que es una Dana (depresión aislada en niveles altos) la que ha interrumpido el alisio y nos ofrece esta magnífica ventana, vamos a disfrutarla relajados.
Alberto vuelve a ver delfines en su guardia, el viento va bajando, 9, 8, 6 nudos del NE, el mar de fondo se va haciendo patente, 2,3 metros máximo, en forma de grandes valles que dan sensación de grandiosidad, que hablan de borrascas lejanas que afortunadamente no nos van a alcanzar. Pero el mar ya se va pareciendo al mar de calma que imaginábamos y que ya pensábamos que estaría el miercoles.
Vuelven a aparecer delfines, esta vez son delfines comunes, siempre alegres, y nosotros seguimos avanzando. Vemos también varias carabelas portuguesas, la peligrosa medusa mortal, de pequeño tamaño.
Es el momento de rellenar gasóleo y ver cuanto hemos gastado. Echamos 6 garrafas de 20 litros y de la séptima quedan sin entrar 8 litros. 132 litros en las 44 horas que llevamos son 2,84 litros/hora. Con 208 litros tenemos entonces para 73 horas, tres días y una hora, hasta el domingo a las 20 horas, si no tuviesemos nada de viento, 439 millas a 6 nudos, va a estar la cosa justa pero parece posible.
Es luna llena, y la puesta de sol con la luna saliendo por el lado contrario es espectacular.
Sigue..