Escrito para cuando tengamos cobertura.
360 millas de Brest a Sisargas, tres días sobre el papel. Más otras 90 de Sisargas a Cangas, casi otro día completo más.
Para salir de Brest hay que librar la inmensa restinga de Sein, un arrecife de 15 millas con islas, algún paso y mucha parte sumergida que protege por el sur la bahía de Douarnenez.
Se podría franquear por el Raz de Sein, pero ni nos molestamos en ver horarios, apuntamos a la cardinal W de su extremo y pocas millas más van a ser que el rumbo directo a Galicia.
Asi todo, pasar esta cardinal nos da una cierta sensación de libertad, poder escoger rumbo, olvidarse de las omnipresentes corrientes, para lo bueno y para lo malo, y perder tierra de vista, también para bien y para mal.
El viento es de popa, flojito, y vamos ayudando a ratos con el motor, para ir haciendo millas y ver trabajo hecho, la moral hay que mimarla!.
Se forman a media tarde unos chubascos tormentosos que alteran algo el viento, poniéndolo de norte puro en vez de la predicción de NE. Traen algo de lluvia pero sin aparato eléctrico, los dejamos atrás.
La noche comienza con ese norte, bastante variable entre 8 y 18 nudos, vamos casi todo a motor. Y comienzan a verse relámpagos, primero por popa y más tarde por varios puntos, pero lejanos siempre, treinta y tantos segundos entre relámpago y trueno, el más cercano. Pero se ve que los cumulonimbos son impresionantes, de un inicio de noche espectacular de estrellas y una pequeña luna creciente que se va enseguida, las estrellas empiezan a desaparecer por zonas y los relámpagos a ocupar grandes sectores.
Pero parece que a lo largo de toda la noche no nos tenemos que meter debajo de ninguno. Dudamos del último antes del amanecer, y decidimos pasarlo por mar, pero sigue lejos y al enfriar la temperatura se ve que se van deshaciendo.
En un momento de la noche decidimos tomar un rizo por seguridad, lo hacemos en popa, los patines y el carril han llevado medicina de lubricante de teflón y esto es otra cosa. Uso de todas formas un cabo auxiliar grueso para pasar por la anilla de rizo y poder colgar mi peso de ella.
Amanece con una luz difusa, muy gris, como la luz de la luna llena, rodeados como estamos de nubosidad.
Y ya muy pronto comienza a subir el viento...uhh, esto viene en serio...norte, de la misma dirección que traíamos, pero parece que los cumulonimbos le han abierto la puerta y entra desbocado. Tomamos el segundo rizo, también en popa, pero vamos demasiado rápido, el viento se pone entre 25 y 30 nudos y el mar se pone rapidamente muy serio, con olas cortas muy altas y rompientes: arriar mayor.
Para arriar, encendemos motor y nos aproamos, afortunadamente cogemos un momento en el que el viento baja a 20 nudos y las olas son negociables, termino la maniobra seco, no como en la anterior arriada antes de Cherburgo. La hacemos con piloto, que está demostrando que se puede confiar plenamente en él. La mayor baja perfecta.
Quedamos con el génova enrollado a un 30% de su superficie, buscamos el rumbo de las olas y "corremos" el viento y el mar.
Las olas son cortas y altas, y es importante cogerlas alineadas, el génova lleva la proa al sitio bien si el barco orza y no hay amagos de trasluchada, pero la libertad de escoger rumbo es cero.
Se podría hablar aquí de la seguridad de los barcos pequeños. Para un barco pequeño las olas se hacen enseguida grandes, una ola corta rompiente de dos metros, si te coge de costado, te puede meter una tumbada buena. No tiene porque cogerte de costado, pero en un barco más grande esa misma situación sucede con olas más grandes y por lo tanto menos frecuentes. Y el movimiento del barco es indudablemente menor.
Esta situación no estaba predicha en ECMWF, ni la del día antes de Cherburgo, con predicciones de 15 nudos se dieron en los dos casos, de 25 a 30, hasta 35 subieron las rachas esta vez.
Se cumple en cambio el dicho de que ni a un norte joven ni a un sur viejo le fíes tu pellejo...
El viento continuó todo el día, con los grupos de olas grandes y rompientes cada vez más espaciados, pero siempre con viento entre 20 y 25 nudos y mar muy incómoda.
El piloto se portó de maravilla, al principio pensábamos que consumía mucho, pero con el monitor de baterías funcionando comprobamos que los villanos son las luces de posición y la de motor, con dos amperiazos cada una, mientras que toda la electrónica está en 1 amperio y el piloto un escuálido 0,5, incluso en las peores situaciones.
Racionando luces, con encender el motor una hora de vez en cuando vamos perfecto. Ya me véis buscando leds para hacer entrar en razón a esas glotonas.
Por la noche, mar y viento fueron rolando ligeramente a oeste y calmándose ligeramente. No vimos de todas formas izar de nuevo la mayor y nos mantuvimos con bastante meneo a velocidades entre 3 y 4 nudos.
Y el amanecer nos trae por fin los buscados 15 nudos! Y cielo despejado! Izamos mayor pero mantenemos los dos rizos y abrimos génova entero. Podemos poner rumbo a pasar Touriñán en un través con ola muy manejable.
El día se mantiene perfecto para navegar, apenas hay ola, tenemos sol y un viento de través, que maravilla, sobre todo cuando ya esperábamos otro día duro e incómodo.
Un único chubasco a media mañana altera un poco las condiciones, con los dos rizos puestos, se trata solamente de enrollar el génova hasta dejar un tormentín y ceñir un cuarto de hora con 25 nudos y sin mar, parecía que venía con lluvia, pero no, y tan pronto pasa, abrir de nuevo génova y seguir.
Con el chubasco pasamos a un velero que ya llevábamos viendo el día anterior y por la noche, es también pequeño y siempre alegra tener algo de compañía, por esta zona no hemos visto nada de tráfico (estamos a unas 40 millas de la línea entre los dst de Bretaña y Galicia) e incluso el vhf está silencioso todo el día, algo extraño después de como estaba en la ruta que habíamos traído hasta Bretaña.
La tarde transcurre tranquila, aburrida, dice Otoio con ironía, sin olas temibles ni rayos justicieros..jjj las nubes son de buen tiempo, el mar está casi plano y nos sorprende ir atravesados a él cuando el día anterior no podíamos ni pensar en orzar unos grados, nos veíamos llegando a Cabo Peñas a buscar la hospitalidad de Kandui y Hopetos.
Pero con el inicio de la noche aparece una sorpresilla: al querer arrancar el motor, no hay batería. La batería del motor parece que ha muerto de repente. Se supone que tiene dos años, y vino perfectamente hasta aquí. En el monitor aparece su voltaje.
Probamos el desconectador que une las baterías y el motor arranca, pero el monitor dice que la batería del motor ha quedado con 9 o 10 V después de un simple intento de arrancado sin potencia alguna. Con el motor cargando vuelve a coger voltaje, pero me temo que va a ser inconsistente.
La instalación es la típica con placa de diodos, el alternador carga primero la batería de motor y cuando alcanza voltaje carga la de 75 Ah de servicios. La tesitura es que si consumimos mucho de la de servicios navegando a vela (viento tenemos), tal vez no nos arranque después el motor. Gas oil tenemos todavía para 38 horas, casi podríamos llegar a Cangas con él encendido, si no hay mucho mar que obligue a respetar el último cuarto de depósito (total 55 lts), pero lo más razonable parece entrar a puerto y comprar una batería nueva.
En eso estamos, noche tranquila, 9 nudos de través, motor a 1.400 vueltas ayudando a la vela, y rumbo a Coruña, podemos estar allí a las tres de la tarde.
Llevamos unas horas viendo costa, las luces de Viveiro, Cariño, Ferrol y Coruña. Ahora ha amanecido y estamos viendo Ortegal y los altísimos acantilados de Serra Candelaria y San Andrés de Teixido..
12 nudos de través, 5,5 nudos, motor al ralentí, estamos en casa!
Saludos a tod@s!!