El que avisa no es traidor...
Se viene tostón...
Causalidades de la vida, además de la semana libre que ya tenía entre el GP de Argentina y GP de Austin, se sumo una semana por la caída del de Argentina, por lo que me quedaban 2 semanas libres de trabajo.
La idea era estar una de estas semanas tranquilo con la familia y la otra trabajando a full, ya que los € han aprendido a volar en los últimos años...
Y en eso que estaba dando vueltas a que hacer, me llama mi vecino Adrián ofreciéndome traer un catamarán desde Canarias a Barcelona...
Le di algunas vueltas, ya que no tenía tanto tiempo. El lunes 8 de abril me iba a Austin y estábamos a jueves 28.
Pero no estar con la familia, era lo que mas me jodía...
Los € ayudarían a pasar estas dos semanas sin carreras, asi que acepté.
Ese mismo día (2 antes de coger el avión) ya tenía los pasajes comprados.
Realmente no me estresaba, ya que vivo viajando de aeropuerto en aeropuerto. Me jodía mucho perder días libres con la familia, por lo que partí un poco triste hacia el aeropuerto.
Vuelo perfecto con escala de 45 minutos en Madrid, y ya en Lanzarote me estaban esperando el armador del barco y Adrián para hacer en coche los 35 minutos que separan el aeropuerto de Marina Rubicon, Al Sur de la isla de Lanzarote.
Después de machacar las apps de meteorología y consultas a grandes navegantes (gracias Tiago y Ángel) se tomó la decisión de no zarpar ese día.
Realmente pienso que un barco categoría A tiene que aguantar perfectamente las condiciones que había.
Pero la palabra clave que me acojonó, es la de ola entre 5-6 metros, con posibilidad de "rompiente"...
A ver... Los regateos de la vuelta al mundo van con mares de popa de 12 metros y vientos de temporal... no es que vayan tomando el té, pero van bien...
Aunque en este caso no era cuestión de hacer experimentos de si aguanta o no con barco ajeno, y sobre todo desconocido...
Sin duda con el mío hubiera salido. Las condiciones hubieran sido duras, pero no mucho más que las típicas condiciones que te hubieras encontrado en un cruce del Atlántico por el norte.
Esperamos dos días, hasta el sábado por la mañana, que aunque muchos recomendaron no salir, consideramos que lo peor ya había pasado, y en todos los partes se veía claramente que solo podría ir a menos...
Esa mañana soplaban 20-30 nudos en el puerto, por lo que fuimos a un acastillaje a comprar dos tonterías, y volvimos a esperar a que las rachas dejarán de cargar duramente por 10 minutos para poder desatrancar esta mole.
Salimos sobre las 1200 del sábado 30 de marzo de 2024 de Marina Rubicon, en Lanzarote, después de esperar aburridos 2 días a que los partes fueran más benevolentes.
Estaríamos resguardados del mar por la isla de Lanzarote unas 2-3 horas, hasta que alcanzáramos su punta norte, momento en el cual veríamos la dimensión del desaguisado que había dejado esa fuerte perturbación que se había descolgado de su habitual sitio, que era bastante mas al norte.
Y como otras veces nos acordamos de todos los parientes de los que generan los partes meteorológicos, está vez habían acertado muy bien.
Las condiciones eran jodidas, pero el cata respondía aparentemente muy bien. Sorprendentemente bien diría.
Había un mar de entre 3 y 4 metros del NO que nos entraba por la amura de babor, y otro de viento que nos entraba por la aleta.
Este viento se mantuvo exactamente igual durante 2 días. 20 nudos constantes, lo que hacía volar al cata por encima de los 8 de media, haciendo puntas de 11.
Y es de lo que creo hemos pecado de prudentes al desaparecer el viento como estaba pronosticado.
Pienso que si hubiéramos salido 12-18 horas antes, hubiéramos aprovechado más el viento favorable tan difícil de ver en estas travesías.
Pero lo hecho, hecho esta, y ahora estamos bregando con poco viento y contrario, gastando diesel a lo pavote.
El primer día de travesía no he cogido promedios ni distancias, ya que solo salir y encontrarte mar de 3 a 4 metros después de meses sin navegar, no es lo mejor para el cuerpo.
El lunes a las 1200, cojo datos de la estela y me dice que en 48 horas hemos echo 355 millas. Lo que da una media de velocidad de 7,4 nudos.
Al amanecer del martes 2 de abril (tercer día de travesía) nos quedan 80 millas para alcanzar cabo Espartel, las puertas del estrecho y de nuestro amado Mediterráneo.
Los dos depósitos de 400L c/u que tiene el barco, según los dudosos relojes digitales, están en las últimas, y solo nos quedan 200L en garrafas. Así que bajamos un poco las RPM.
La idea original era parar en Gibraltar a hacer gasoil, pero llegamos de noche y estará cerrada la gasolinera. Como no podemos perder tiempo, cuando se despierte mi compañero y desayunemos, miraremos de hacer cálculos a ver si podemos llegar a Almerimar para hacer gasoil.
A las 1200 del martes 2 de abril, llevamos 3 días de travesía, que con sus 72 horas y 512 millas recorridas dan una media de velocidad de 7,18 nudos.
La imprecisión de los medidores de diesel, hace difícil estimar el consumo (bendito PICO) pero le calculo unos 600L consumidos. Lo que da en 72 horas un consumo de 8.3L los dos motores, 4,15L cada uno a la hora, que no esta mal para las 2200 rpm que le metimos durante los dos primeros días.
Después de trasvasar los 180L de las garrafas a los dos depósitos, bajamos las rpm hasta las 1900, que estimamos nos ahorrará el combustible necesario para llegar a Almerimar de día y con la gasolinera abierta.
Nos toca cruzar el estrecho de noche. Estaremos en cabo Espartel sobre las 2100.
Ya tenemos las bengalas, palo de escoba y cinta preparado por si aparecen las orcas (en todo Lanzarote se quedaron sin petardos!) y estamos bien descansados. Así que tiene que ir todo como la seda.
Como voy escribiendo por días, y para no rehacer lo anterior para que tenga más coherencia (que con el teléfono es un tostón) lo dejo tal cual y sigo sin mirar mucho hacia atrás.
Seguíamos la ruta de los cargueros que bajaban y subían de Canarias. Le dimos a cabo Espartel 6 millas de resguardo. Pero no recuerdo haber leído que los pescadores marroquíes hicieran esto! Vaya tarde/noche nos han dado!
Estaba empezando a atardecer, por lo que la claridad era total. No nos costó distinguir la primera red. Según tengo entendido, está arte de pesca está prohibida en europa. Pero visto lo visto, en el país vecino no.
Red de millas de largo con cientos de pequeñas boyas amarillas y cada tanto una grande de diferentes tamaños y colores que podía ser un punto intermedio, el principio o el final de la red...
Al momento de ir acercándote, rápidamente venía el "dueño" de la red y te decía para donde ir para sortear su red.
Decir que estás estaban en sentido este-oeste, por lo que todo lo que pasará por ahí,follón seguro.
Sorprendía lo cerca del trafico de mercantes que tiraban las redes.
No tengo claro si los mercantes lo saben, y se van yendo más al oeste a medida que avanzan los pesqueros.
Pensamos que esto no era normal, ya que había cientos de redes en todas direcciones, y dedujimos que el mal tiempo de días posteriores, al mejorar había hecho salir a todos a la vez.
Y encima nos alcanzó la noche!
Con un triste frontal iba mi compañero en la proa, y cuando veía las puñeteras boyas amarillas, me gritaba y yo daba atrás a toda maquina, para empezar a seguirla hasta que se terminara. Normalmente en un palito con luces estroboscópicas verde/roja/blanca. Aunque nunca era igual.
Con suerte aparecía el "dueño" y nos guía a en la oscuridad haciendo señas incomprensibles con un faro pirata, que cada tanto nos daba a nosotros y nos dejaba ciegos por un momento...
Y luego diciendo que vayamos hacia el norte, que ya no había más redes... Y había más...
Dantesco!
Mi compañero no lo había vivido nunca, ni se lo hubiera imaginado jamás algo así.
Yo no sé si fue en brasil, o vete a saber dónde, ya había pasado por esta situación, por lo que para mí fue anecdótica, y hasta entretenida.
Una vez librada la última red (habrán sido unas 10) ya solo quedaba sortear el dispositivo de separación lo más perpendicular posible, y sin buscarlo ni calcularlo, nos encontramos con una corriente favorable en todo el paso del estrecho, pudiendo mantener una media de 10 nudos durante todo el cruce.
La idea original era entrar en Gibraltar a hacer gasoil, pero eran las 3 de la mañana cuando lo teníamos por el través, por lo que decidimos ir a Fuengirola, donde llegamos hoy miércoles 3 de abril a las 0900hs.
Sin saberlo, habíamos enganchado algo en la hélice, y al dar atrás el motor de estribor, este vibraba como un demonio, y no se movía.
Por suerte no había viento, y con solo un motor y timón logramos atracar en la gasolinera.
Después de repostar casi 900L y hacer algunas compras (y quitar lo de la hélice) volvimos a salir sobre las 1200 con rumbo Cabo de Gata.
Y aquí lo dejo por ahora.
A ver si termino el relato, o lo dejo a medias (como siempre)