Amarinamos el barco antes de la noche, dejamos un 60% de mayor y un 50% de génova aproximadamente, calculamos que el viento no subirá, la previsión era de 15 nudos y solamente habría una zona de 20 nudos uno de los días, para después volver a los 15 nudos.
Pero la noche resultó más movida de lo esperado. Estaba descansando entre mis guardias cuando me despiertan maniobras y navegar fuerte. Salgo a cubierta, le han maniobrado a un mercante que el Ais daba en rumbo de colisión. El mercante va a 2 nudos, perpendicular a la costa y en dirección a mar abierto. Está lejos todavía.
Pero la maniobra ha hecho notorio que el viento ha subido, está sobre los 25 nudos, pero sobre todo el mar también ha subido, y mucho...
En el nuevo rumbo, hacia tierra, el barco va con el mar de fondo más atravesado y va peor, hay varias olas que lo cogen muy cruzado, el piloto responde pero el barco va muy forzado, hay que quitar vela.
La mayor enrollable recoge mejor amurado a estribor, trasluchamos de nuevo y poco a poco, es una maniobra delicada con mucho viento y la vela no se debe meter con arrugas, guardamos la mayor entera. Al génova también le metemos unas vueltas, queda como un 10%, un tormentín grande.
La navegación mejora de inmediato, el génova ahora porta contínuo y además le ayuda al barco a contener las orzadas. La ola es grande y muy desordenada, alguna ola suelta rompe contra el barco y moja la bañera. El piloto lleva el barco bien, lo llevamos en modo viento, y con el génova solo se puede arribar más, hasta los 160º de aparente, mañana veremos que incluso más, el génova no hace amago ninguno de trasluchar incluso al 180º, y llevar la ola más de popa le quita trabajo al piloto y el barco baja mejor la ola, descontando las olas que vienen cruzadas.
El mercante sigue ahí, pero claramente le pasamos por la popa, aún pasado, lo veremos toda la noche, es una velocidad extraña dos nudos en alta mar.
Al anochecer había pitado la alarma de baterías, debe ser lo que consume el piloto sin el apoyo de las placas solares, estuvimos toda la noche con el motor encendido de manera intermitente, hora y media cada vez, para mantener el voltaje de las baterías.
Otra sorpresa del principio de la noche, aparece un calamar en cubierta, seguramente subido por una ola...peces voladores si...pero calamares??
Amanece con las mismas condiciones, el viento sobre los 20 nudos y el mar grande y revuelto, es lo que hay.
Transcurre la mañana y el mar sigue aumentando, el viento vuelve a subir hasta los 26 nudos, pero este mar no corresponde con este viento, es mucho mayor, es casi un mar de temporal de 40 nudos..
La navegación es bastante impresionante, como siempre, no se aprecia bien en los vídeos, pero las olas creo que llegaron hasta los cuatro metros y las manchas blancas que dejan las rompientes son muy extensas. Ver un grupo de varias olas grandes acercarse por popa impresiona, pero el barco responde bien y las olas nos superan sin mayores problemas.
Hay un ajuste que Nacho sabe hacerle al piloto y es aumentar la ganancia, pulsando el +1 y el -1 a la vez, probamos a subirla hasta cinco (estaba a 3) y el piloto maneja mejor las olas y su descenso, apartándose muy poco del rumbo, pero eso si, con una nerviosidad notable. Nuestra conclusión es que mejor que gobierne bien y que el barco no vaya dando bandazos ni derrapes.
El piloto es hidráulico y el ruidito de las electroválvulas en la cabina de babor es bastante acentuado, pero la impresión de solidez del aparato es notable, y en general, creemos que respondió de manera segura y fiable, se ganó bien los amperios hora que consumió.
Sobre las cuatro de la tarde el mar comienza a bajar, no sabemos de donde ha salido este mar, pero a mi me recuerda el refrán de “Ni a un norte joven ni a un sur viejo le fíes tu pellejo”; el alisio típico puede llegar con facilidad a los 30 nudos y las olas de cuatro metros pero este mar no estaba en las previsiones ni el viento llegó a ser tanto, sería tal vez la suma de dos trenes de olas sumando alturas de crestas y profundidades de senos..y el barco respondió bien, pero siempre sorprende encontrarse con condiciones que se salen de la predicción e impone un poco enfrentarlas en un barco del que todavía no conoces las reacciones.
Sigue..