Las prisas, no nos gustan nada, a nosotros también nos parece que vamos acelerados. Comentamos que llegan amigos y estamos fondeados en Ormas Varis a 30 minutos del aeropuerto, a 20 kilómetros de la Acrópolis de Athenas.
Desde la salida de Kapsaly han sido calmas y demasiado motor, tres etapas diurnas de unas 40 millas. La primera escala, Monemvasia. Muy buen fondeo con sotavento y barlovento. Hay un puerto con espacio para atracar y bastante movimiento de barcos de crucero. Fondeamos al pie del peñon delante de una gasolinera, desde Siracusa, hace 20 días, que no hacemos combustible y con estas calmas necesitamos reponer, han sido cuatro bidones de 20 L más uno de gasolina, 1,40€\L buen precio. Comentando los precios, nos sorprendimos en Pylos cuando nos cobraron 3,5€ por un café, lo mismo en Menorca es 1,5€ y por lo que vamos viendo es un precio estándar, también aquí en Monemvasia, el mercado, no nos parece un lugar barato. Debe ser el modelo turístico, el pais ofrece mucho, exprimir a los visitantes debe ser norma, con mucha amabilidad, bien exprimidos.
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Hay un asentamiento fortificado por los Venecianos a levante del gran peñon. Restaurado con exquisito gusto, las antiguas viviendas son ahora, tiendas, bares y hostales para el turismo, hay una puerta en la muralla por donde no entra un vehículo y todo el recorrido es a pie. Unas carretillas reforzadas, las típicas de las obras pero con motor y freno van arriba y abajo cargadas de pertrechos para el consumo y las obras de restauración.
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Otra etapa de 40 millas hasta Hydra, estas calmas nos permiten llegar a tiempo a base de motor. Salimos a las seis de la mañana y ya comemos fondeados en la recalada. Hay bastante movimiento de navegantes de todo tipo, solitarios con veleros de nueve metros y grandes motoras con auxiliares de más eslora que nuestro barco, muchos catamaranes. La mar no hace distinciones y acoge todo tipo de fauna humana y los griegos ya procurarán vaciarnos la cartera, hacen bien, tan relajados y amables.
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Esta mar está salpicada de islas, islotes, pedruscos y escollos, la navegación requiere atención y te brinda escalas magníficas. Hoy finalmente ha vuelto el viento y hemos tenido una singladura agradable, sin ruido de máquina. Estaremos unos días con los amigos, visitaremos Las Sarónicas antes de subir más al norte.
El capità no és el capità, el capità es la mar. (Jesús Lizano)