07-09-2021, 12:49 PM
El navegante propone y los elementos externos e internos disponen,
Este verano me las auguraba muy felices con ese recorrido por el Cantábrico, pasando por Bretaña y todo iba de lujo hasta que una maldita piedra en el riñón me ha trastocado los planes a corto y medio plazo, pero toda mi vida he estado acostumbrado y presto a cambiar de planes sin contemplaciones, esta vez no iba a ser menos y si por culpa de una piedra no debo hacer largas travesías (hasta que me la extirpen) pues me limitaré a navegar proyectos más cortos, pues eso, como dice el título del post, mientras no se pueda otra cosa, me dedicaré este otoño e invierno a recorrer la cornisa cantábrica de aquí para allá.
Aprovechando este apacible final de verano, inicio estas mini singladuras con una visita-reportaje para animar el cotarro de mis vídeos, recorriendo la costa vizcaína y de paso recordar viejos tiempos cuando navegaba por la zona, comprobando como los cambios que se van produciendo poco a poco por el litoral vasco, que a decir verdad no han sido muchos, salvo un cierto crecimiento urbanístico en los municipios, aunque algunos cambios si que son reseñables, como un par de pequeñas piscifactorías entre Lekeitio y Ondárroa o el parque mareo-motriz, en pruebas, existente al norte de Armintza, registrados ambos en las nuevas actualizaciones cartográficas de Navionics, pero no en las viejas Cmap 93, cosa que en las mías ya están corregidas.
Otro de los llamativos cambios, es la tan denostada central nuclear de Lemoniz, que en los años 70 iba a ser la joya de la corona energética de una de las grandes compañías eléctricas, pero la presión popular evitó, no sin sangre y muchas lágrimas, detener una espada de Damocles a escasa distancia de un importante núcleo poblacional como son los alrededores de Bilbao.
Hoy he podido comprobar el abandono en que se encuentra todo aquel mega proyecto, que poco a poco el deterioro avanza, sin el más mínimo cuidado, quedando para la posteridad, como monumento erigido al despropósito de una época ya pasada.
Ha llamado también mi atención, al acercarme a la isla de San Juan de Gaztelugatxe, no ver la tumultuosa romería que cada verano se organiza para visitar la reciente famosa ermita, sita en su cima, por ser escenario de un pasaje en la serie televisiva de Juego de Tronos, lugar como digo, de peregrinación para los seguidores de la saga, pero a causa de la pandemia, se han visto obligados a cerrar los accesos al público y a decir verdad, he podido sobrevolar con mi dron, el espectacular paraje como lo conocí años atrás, cuando podías visitarla con algún amigo venido de fuera, en total soledad.
Y por último también ha sido sorprendente la total ausencia de los temidos aparejos de pesca a lo largo de toda la costa, ni uno solo he podido ver en los tres días de navegación, está claro que la pesca de bajura, al menos, en Euskadi está en franco retroceso, si no totalmente extinta
En esta primera etapa me he centrado en la costa vizcaina al este del Abra bilbaíno, la logística no me ha dado para hacer el pequeño tramo del oeste, tampoco es demasiado reseñable más allá de la playa de la Arena y el viejo cargadero de mineral en Ontón, lo dejaremos para cuando haga una excursión por la costa cántabra.
Como suele decirse, unas imágenes valen más que mil palabras, en unos días os mostraré el vídeo que ha generado en estos días de crucerito a las puertas de casa, de momento unas fotos para amenizar lo escrito
Los farallones de cabo Ogoño, espectaculares donde los haya
La Villa de Bermeo puno de los puntos fuertes de la industria pesquera de Euskadi
Deterioro palpable de la que fuera en otros tiempos la sacrosanta central nuclear de Lemoniz
San Juan de Gaztelugatxe, uno de los iconos turísticos de la costa vasca
El Bahía de las Islas rumbo a la Isla de Izaro, la más grande de la costa vizcaína
Salud
Este verano me las auguraba muy felices con ese recorrido por el Cantábrico, pasando por Bretaña y todo iba de lujo hasta que una maldita piedra en el riñón me ha trastocado los planes a corto y medio plazo, pero toda mi vida he estado acostumbrado y presto a cambiar de planes sin contemplaciones, esta vez no iba a ser menos y si por culpa de una piedra no debo hacer largas travesías (hasta que me la extirpen) pues me limitaré a navegar proyectos más cortos, pues eso, como dice el título del post, mientras no se pueda otra cosa, me dedicaré este otoño e invierno a recorrer la cornisa cantábrica de aquí para allá.
Aprovechando este apacible final de verano, inicio estas mini singladuras con una visita-reportaje para animar el cotarro de mis vídeos, recorriendo la costa vizcaína y de paso recordar viejos tiempos cuando navegaba por la zona, comprobando como los cambios que se van produciendo poco a poco por el litoral vasco, que a decir verdad no han sido muchos, salvo un cierto crecimiento urbanístico en los municipios, aunque algunos cambios si que son reseñables, como un par de pequeñas piscifactorías entre Lekeitio y Ondárroa o el parque mareo-motriz, en pruebas, existente al norte de Armintza, registrados ambos en las nuevas actualizaciones cartográficas de Navionics, pero no en las viejas Cmap 93, cosa que en las mías ya están corregidas.
Otro de los llamativos cambios, es la tan denostada central nuclear de Lemoniz, que en los años 70 iba a ser la joya de la corona energética de una de las grandes compañías eléctricas, pero la presión popular evitó, no sin sangre y muchas lágrimas, detener una espada de Damocles a escasa distancia de un importante núcleo poblacional como son los alrededores de Bilbao.
Hoy he podido comprobar el abandono en que se encuentra todo aquel mega proyecto, que poco a poco el deterioro avanza, sin el más mínimo cuidado, quedando para la posteridad, como monumento erigido al despropósito de una época ya pasada.
Ha llamado también mi atención, al acercarme a la isla de San Juan de Gaztelugatxe, no ver la tumultuosa romería que cada verano se organiza para visitar la reciente famosa ermita, sita en su cima, por ser escenario de un pasaje en la serie televisiva de Juego de Tronos, lugar como digo, de peregrinación para los seguidores de la saga, pero a causa de la pandemia, se han visto obligados a cerrar los accesos al público y a decir verdad, he podido sobrevolar con mi dron, el espectacular paraje como lo conocí años atrás, cuando podías visitarla con algún amigo venido de fuera, en total soledad.
Y por último también ha sido sorprendente la total ausencia de los temidos aparejos de pesca a lo largo de toda la costa, ni uno solo he podido ver en los tres días de navegación, está claro que la pesca de bajura, al menos, en Euskadi está en franco retroceso, si no totalmente extinta
En esta primera etapa me he centrado en la costa vizcaina al este del Abra bilbaíno, la logística no me ha dado para hacer el pequeño tramo del oeste, tampoco es demasiado reseñable más allá de la playa de la Arena y el viejo cargadero de mineral en Ontón, lo dejaremos para cuando haga una excursión por la costa cántabra.
Como suele decirse, unas imágenes valen más que mil palabras, en unos días os mostraré el vídeo que ha generado en estos días de crucerito a las puertas de casa, de momento unas fotos para amenizar lo escrito
Los farallones de cabo Ogoño, espectaculares donde los haya
La Villa de Bermeo puno de los puntos fuertes de la industria pesquera de Euskadi
Deterioro palpable de la que fuera en otros tiempos la sacrosanta central nuclear de Lemoniz
San Juan de Gaztelugatxe, uno de los iconos turísticos de la costa vasca
El Bahía de las Islas rumbo a la Isla de Izaro, la más grande de la costa vizcaína
Salud
_______________________
Los videos de navegación, cocina y como lo hago en el canal YouTube bahialasislas1
Instagram bahialasislas
--------------------
El mejor puerto donde recalar es la amistad de un buen amigo