26-04-2020, 07:57 PM
I'm alright Jack. Pull up the ladder. (Yo estoy bien, Jack. Levanta la escala)
Es una expresión inglesa que sugiere la situación del que llega a la cubierta de un barco desde el agua o desde un bote salvavidas y no le importa en absoluto lo que les pase a los demás.
Cuentan que nació cuando los miles de marineros que habían burlado la muerte durante la guerra se encontraron sin trabajo al acabar ésta y se dieron cuenta de que no les importaban demasiado a nadie.
He recordado la frase acodado en mi balcón, viendo pasear a la generación de mis hijos por la Gran Via de Barcelona. Mañana cumplo 67 años.
Todo esto me ha enseñado varias cosas, o tal vez ya las sabía y tan solo me las ha puesto de manifiesto. Antes de caer en la senilidad tendré que suicidarme. No puedo permitir que algún día me metan en una residencia y me anulen con un chute de haloperidol, como si fuese un esquizofrénico, y me reduzcan al estado vegetal de quien sólo espera el fin y ni siquiera lo sabe, sentadito en una hilera de espectros tan drogados como yo.
Como miembro del llamado Grupo de Riesgo ya tuve mis pensamientos serios al principio de todo esto. Aunque pude reírme un poco de mí mismo, ya que hacía poco que había firmado mi testamento vital y había estado dándole vueltas a cómo mitigar la pena que quizás sintiesen mis hijos, mi mujer, mis nietos, mis amigos, si tenían que asistir a mi entierro. Pensé que estaría bien que escuchasen una canción: gracias a la vida, interpretada por Mercedes Sosa y Joan Baez a duo.
La Realidad, como siempre, con su estructura inamovible, me ha devuelto a su campo. Podía ser que, si enfermaba, viniesen a buscarme unos encapuchados para llevarme al hospital y que mi gente no volviese a saber de mí nunca más. Como si mi destino de marinero me persiguiese. Afortunadamente, no he sentido miedo en ningún momento, porque, y eso se lo debo también a mi oficio, el porcentaje de posibilidades era muy bajo y lo más probable es que salga de esta con las mismas canas que ya tenía.
Hoy, acodado en el balcón y viendo pasear a dos generaciones, me he dado cuenta de que muy pronto van a subir la escala. El objetivo es la inmunidad del rebaño joven.
They are alright, Jack.
Es una expresión inglesa que sugiere la situación del que llega a la cubierta de un barco desde el agua o desde un bote salvavidas y no le importa en absoluto lo que les pase a los demás.
Cuentan que nació cuando los miles de marineros que habían burlado la muerte durante la guerra se encontraron sin trabajo al acabar ésta y se dieron cuenta de que no les importaban demasiado a nadie.
He recordado la frase acodado en mi balcón, viendo pasear a la generación de mis hijos por la Gran Via de Barcelona. Mañana cumplo 67 años.
Todo esto me ha enseñado varias cosas, o tal vez ya las sabía y tan solo me las ha puesto de manifiesto. Antes de caer en la senilidad tendré que suicidarme. No puedo permitir que algún día me metan en una residencia y me anulen con un chute de haloperidol, como si fuese un esquizofrénico, y me reduzcan al estado vegetal de quien sólo espera el fin y ni siquiera lo sabe, sentadito en una hilera de espectros tan drogados como yo.
Como miembro del llamado Grupo de Riesgo ya tuve mis pensamientos serios al principio de todo esto. Aunque pude reírme un poco de mí mismo, ya que hacía poco que había firmado mi testamento vital y había estado dándole vueltas a cómo mitigar la pena que quizás sintiesen mis hijos, mi mujer, mis nietos, mis amigos, si tenían que asistir a mi entierro. Pensé que estaría bien que escuchasen una canción: gracias a la vida, interpretada por Mercedes Sosa y Joan Baez a duo.
La Realidad, como siempre, con su estructura inamovible, me ha devuelto a su campo. Podía ser que, si enfermaba, viniesen a buscarme unos encapuchados para llevarme al hospital y que mi gente no volviese a saber de mí nunca más. Como si mi destino de marinero me persiguiese. Afortunadamente, no he sentido miedo en ningún momento, porque, y eso se lo debo también a mi oficio, el porcentaje de posibilidades era muy bajo y lo más probable es que salga de esta con las mismas canas que ya tenía.
Hoy, acodado en el balcón y viendo pasear a dos generaciones, me he dado cuenta de que muy pronto van a subir la escala. El objetivo es la inmunidad del rebaño joven.
They are alright, Jack.