(02-04-2020, 05:47 PM)caribdis escribió: No son estas opiniones profundamente conservadoras?, inmovilistas podría decir, como la de que Grecia vivió una bacanal (sus dirigentes) y su pueblo debe purgar por ello.
La deuda del tercer mundo la planifica el primero y sus empresas son las principales beneficiadas: contratos de construcción de infraestructuras, armamento...todo destinado a un modelo único e uniformador diseñado desde arriba y contra los de abajo.
Con la ayuda de unas élites compradas, como las nuestras.
Y el sistema monetario es una gran aberración que debe ser echada abajo, no hay nada que encalar ahí. Declaración de la mayor parte de la deuda como odiosa e instauración de un nuevo sistema justo y social, fuera parásitos, fuera Botines, Ratos, Blesas, Fainés, Lagardes, Guindos y demás, esta gente está exprimiendo el mundo como si fuera una naranja, su naranja..
El valor real está en la fuerza de trabajo, en los medios productivos de la economía real, en un medio ambiente limpio y una producción de alimentos sana...especular no es un valor real...crear una moneda en función de la riqueza real y distribuírla entre quien trabaja por esa riqueza, "de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades", todo lo demás es robo...crear dinero para limpiar el mundo, los océanos, para recuperar los bosques y la vida natural...no necesitamos armamento ni fábricas de armas, necesitamos producir energía limpia, descontaminar el planeta, restaurar su productividad natural y utilizarla sin agotarla...necesitamos igualdad social y cohesión, no parásitos de Forbes dueños de recursos que no podrían utilizar en un millón de vidas..
Cambios de verdad, no vueltas y más vueltas atados a la noria de otros
La deuda de los países son créditos que firman los países.
Muchos dirigentes (sobornados o sin educación) firman barbaridades (aquí sabemos de aquello del peaje en la sombra...), pero lo hacen ellos y saben lo que firman.
¿Debería ser un artículo en las constituciones la prohibición de aceptar créditos del exterior?... Tal vez.
Pero, a las empresas, se les ofrecen exenciones de impuestos, terrenos, etc, pero los créditos del exterior que necesitan, en la mayor parte de los casos, los traen puestos. Entre otras cosas porque obtienen mejores intereses ya que no les penaliza el riesgo país.
Las necesidades por la que se pide dinero al exterior son siempre las mismas: Los gobiernos quieren cumplir unos planes para los que no tienen suficiente presupuesto.
Los "porqués" de esos planes, la mayoría de las veces son muy nobles. Invertir en obra pública que podría (o no) traer un mayor desarrollo, o muchas otras cosas (casi todas) con trampa.
Me vienen a la memoria algunas;
Para conservar el patrimonio cultural que se está derrumbando: SI, muy necesario, ¿alguien puede no estar de acuerdo? La pregunta es: ¿Por que no se ha hecho antes y porqué no con otras partidas?
O como inversión para el futuro (esto siempre). ¿Dónde se cuantifica dicha inversión y a quienes, realmente, beneficiaría? ¿a las constructoras? ¿a los amigos del gobierno?
O para que los propios bancos puedan ofrecer créditos (a empresas, al consumo...) bueno, este caso ya no sería deuda pública sino privada, pero si el gobierno avala a empresas privadas...
La deuda es, como dices, un problema capital en estos momentos, pero el malo no es (solo) un señor con chistera y bigote que coge a nuestros dirigentes del cuello y les dice "¡come deuda, cómetela toda!", sino que estos les suplican que se las conceda por fines egoístas: egoísmo de clase, egoísmo electoral (poder sobornar al electorado), envidia del vecino (Si en Francia tienen todo eso, ¿porqué aquí no?)
La emulación es buena, y el ir siempre un poco mas allá de lo posible, estupendo, pero el engaño (o autoengaño) colectivo, no.
Podría pasar con la crisis del coronavirus que, dado que uno de los mas endeudados es los USA, otro es Rusia y varios paises europeos también, que se aprovechara para cancelar las deudas (y joder a China), pero seguramente los efectos sobre el sistema bancario mundial serían demoledores. Y ¿quién saldría perdiendo? Los de siempre...