Cada resbalón, cada golpe en el tobillo, en la rodilla, en la cabeza, cada acrobacia para pasar de un lugar a otro... sin mas tardanza hay que solucionarla... o al menos intentarlo.
La labor preventiva del marino no acaba nunca. No es oficio ni afición en la cual se pueda decir "ya lo haré mas tarde".
Al igual que el general romano que le decía a sus tropas mientras fortificaban el campamento "dadme vuestro sudor y no tendréis que darme vuestra sangre", nuestros barcos nos dicen "soluciona esto de una vez, que la próxima puede ser la última".
Y, si el fabricante (y eso lo puedes ver en la primera visita al barco) no se lo ha currado, ¡busca otro barco!
Si fuera un coche y no tuviera cinturones ni airbags ni limpiaparabrisas... seguramente no lo comprarías.
Si, además, como más de la mitad de compradores de embarcaciones de 12 m, tienes mas de 50 años, a veces te falla algo el equilibrio sobre cubierta, si al salir de la bañera a la altura de los winches, navegando, a veces te sorprendes haciendo un aspaviento con los brazos para recuperar la verticalidad... no compres aquel barco que no se han preocupado de diseñar en función de su público potencial...
Un velero de 12 m está supuestamente diseñado para navegación de altura y aunque nunca se use para ello, se ha comprado por ese motivo. Si ves un aspecto de cubierta pijo, sospecha. Ha de tener un aspecto mas parecido al de un pesquero profesional de altura: asideros en todas partes, fuertes guardamancebos, sin escalones en cubierta, pensado para trabajar, etc...
Solo en los clase 40 he visto diseños "profesionales" así...