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Vamos a ver.
Por favor no discutais por culpa mía. La cosa salió bien, algún día lo contaré en casa como otras que me he tenido que callar en mi vida para que no se preocupen y lo recordaré con nostalgia.
Os cuento por encima la jornada porque la verdad es que tampoco me apetece hablar mucho de ello.
Salimos de muhammedia con buen día y poco viento. Nos hicimos nuestros cálculos de estar en El jadida sobre las 11 de la noche. Sabíamos que al día siguiente había mucho viento y que nos íbamos a quedar en el puerto algunos días. Como os conté todo iba más o menos bien hasta que descansé un par de horas. Hago el relevo y está lloviendo. Me hace gracia, en el puto desierto y me cae un chaparrón. En hora y media el tiempo va empeorando, no para de llover, vamos a 3 nudos. Veo que la cosa va a peor rizo la mayor hasta dejarla como un pañuelo y despierto al armador, que se abrigue y que se ponga el chaleco (siempre lo llevamos) que no es broma. Continuamos, a un par de nudos, no forzamos el motor, son las 3 más o menos, miro el viento y tenemos 22 nudos de aparente (para algunos esto será un chiste, pero yo con mi barco no haría ni amago de salir). Decidimos capear, no conocemos el Puerto y nos parece muy duro entrar de noche, también vemos que la sonda es de 2 m. Para colmo bajamar a las 8 y media. El Pottokitxu cala 1,9m. Bajamos máquina, aguantamos capeando hasta las seis de la mañana y viendo que la cosa no va a menos damos la vuelta, rumbo muhammedia.
Navegamos a motor viento y ola de popa 6 nudos de velocidad. El viento es fuerte pero no son rachas, las olas de unos 4 metros, pero nos favorecen. Navegamos tensos, pero seguro so (será cosa de la inconsciencia). Cada dos horas hacemos un relevo, no hay sueño, pero es un rato que estas seco.
Sobre las diez de la mañana va amainando el viento, abrimos velas, también seguimos con la ayuda del motor. Avisamos que volvemos a muhammedia, sigue lloviendo navegamos a 5,5 nudos. Pasamos Casablanca y el viento vuelve a arreciar, reducimos trapo. Al llegar al dique de muhammedia el anemometro marca 27, recojemos lo que queda de mayor para facilitar la virada, subimos máquina, esperamos que el dique nos cubra algo. Pues no, el viento de proa, no sé los nudos pero muchos. Las gotas de lluvia escuecen. Vamos con toda la máquina, el barco es difícil de mantener a rumbo. Nos entra algún rocíon. Con acojono pasamos los espigones del puerto del Puerto deportivo, aquí estamos más protegidos pero todavía hay viento de sobra. Intento dos veces entrar al deportivo donde hay un montón de gente esperando para ayudarnos a atracar. No soy capaz, me dicen que fondee a la espera de que amaine. Intento fondear, el ancla garrea, continuamente me lleva contra dos cargueros atacados. Por teléfono me dicen que intente al lado de los pequeños. Lo intento, nada, no consigo comunicarme con el armador, está en proa y no me oye, empiezan a gritarme desde el dique y por la emisora que no fondee allí, que no está permitido (no lo hago pero pienso en mandarles a tomar por el culo). Teléfono, emisora, gritos, maniobra, juro como yo sé hacerlo (tengo un máster y dos doctorados en palabras soeces). Finalmente el armador cobra el ancla y me dice quita que lo meto yo. Le digo que si está seguro y dice que si. Le veo bastante más calmado que yo. Se pone al timon y yo me preparo para lanzar cabos, mete el barco casi rozando el pantalan, consigo pasar los cabos y con la ayuda que allí tenemos atracamos. Entregamos pasaportes, damos gracias a todo el mundo, picamos un poco y nos vamos a la cama.
Podría contar más detalles, de cosas que fallan cuando no tienen que fallar y demás, pero me imagino que será lo típico. Tampoco me extiendo en sensaciones internas como el miedo porque si no estás por mucho que te lo expliquen nunca lo acabas de entender. Es como el dolor cuando se lo cuentas a una persona que no lo sufre.
Y esto es todo amigos que decía Porqui el cerdito. He aprendido mucho en éste viaje, no solo a navegar un poco mejor. Lo que me jode es tener que aprender a base de hostias.
Gracias por la lectura, por el seguimiento, los consejos y la comprensión.
Un saludo.