P
Trataré de exponer algunas ideas que he ido leyendo por aquí y por allá :
la diosa Fortuna, dictamina necesariamente tanto sobre lo bueno como lo malo, porque gobierna una rueda que mueve el continuo devenir. El destino no es lineal, sino que órbita alrededor de la diosa. Unas veces descendemos a la desgracia y la inercia nos obliga a ascender hasta que volvemos a caer
El viejo gremio de mareanres inspiró la novela de Victor Freixanes y toma para el título el simbolo que usan para identificarse en las tumbas gremiales.
El círculo representa la armonia universal, el continuo devenir de los vientos y planetas. Las mareas como las vidas y la fortuna van y vienen de igual manera que la noche y el día, el sol y la luna se turnan en el cielo
El grabado que aparece más abajo lo usamos en la rememoración de un viaje histórico. El círculo se representa con un Torque celta rematado en un sol y una luna y el triángulo se representaba con una nave.
Los tres lados del triángulo representaban tres dimensiones.
El primero era el espacio. El espacio es enorme. Cuando cruzamos un océano y marcamos nuestra posición en una carta, apenas nos movemos. Los días pasan uno detrás de otro, pero la distancia a nuestro destino nos sigue pareciendo infinita.
Los antiguos mareantes ( los que dominaban el arte de marear) sabían que para dominar el espacio, hace falta la segunda dimensión: el tiempo. Si disponemos de tiempo y la paciencia necesaria, no importa que avancemos poco cada día, sumando esos pequeños avances, iremos superando las distancias más grandes.
Pero... ¿ cuál es la tercera dimensión que nos permite dominar el tiempo y gracias a este dominar el espacio?
La tercera dimensión es la memoria. Cuando te parece que no has avanzado apenas y la desesperaciòn te domina, debes echar la vista atrás y visionar tu origen y toda la distancia que has recorrido. Esa percepción te otorgará el ánimo y la resolución para seguir perseverando y vencer las dificultades que la fortuna te reserva para cada recodo del camino.
Creo que todavía sigue siendo útil el mito y en momentos de angustia he vuelto a pensar en el mensaje que los mareantes nos mandaban desde la antigüedad.