08-03-2019, 02:47 PM
Chapo por esta gente, estas son nuestras referencias "el camino a seguir" por lo menos el mío
(08-03-2019, 12:06 AM)caribdis escribió: Lo cortés no quita lo valiente...el mapa de seguimiento es un barullo inentendible, se deberían poder ver solamente los barcos que quieres, así no hay manera...y después de todo los libros de Moitessier fueron best sellers, o casi...me fastidia que el espabilado de la Golden Globe se haya montado el negociete con eso y tenga miles de seguidores y que esto que tiene tanto valor o más se vea tan cutre...
(14-03-2019, 12:27 AM)NADA escribió:Magnífico! Que pena no sabee francés...ojalá algún día salga subtitulado!
VIDEO A BORDO A LA LLEGADA
(14-03-2019, 09:14 AM)jacarejack escribió: Magnífico! Que pena no sabee francés...ojalá algún día salga subtitulado!
Salúd y buenos vientos!
(08-03-2019, 06:39 PM)hopetos escribió: Todos los comentarios que estás haciendo, Nada, en este hilo hacen reflexionar, a mí al menos. Siempre abogo por la simplicidad, por lo esencial... Porque te acerca, te ayuda de algún modo a "sentir el viento en la piel", te mantiene alejado del confort, ciertamente, pero también de muchas servidumbres y lastres...
Este hombre ha vuelto mejor de lo que se fue al partir, se le ve en la cara, cuando sonríe. Se fue con poco y regresa necesitando menos. Yo creo que no hay mejor trofeo ni mayor gloria.
Jamás seré capaz de repetir algo semejante, pero creo que podré sentir algo parecido cuando vuelva a navegar con mi velerín por mi costa cantábrica de nuevo, con las montañas blancas del invierno desparramadas hasta la misma orilla del mar. Creo que todos podemos regresar a tierra con una sonrisa como la de Pierre, después de unas horas o unos días navegando. Porque está dentro de nosotros lo que buscamos fuera.
Brindo por él y por todos los que soñamos con nuestra "longue route".
(06-05-2019, 11:57 PM)NADA escribió:Genial! esperamos la segunda parte!
PRIMERA PARTE DE LA ENTREVISTA TRADUCIDA (DE AQUELLA MANERA), QUE HICIERON A ANDRÉE-PIERRE HUGLO EN VOILES ET VOILIERS
De una forma resumida comentan lo siguiente:
Fue sin motor, y sin enrrolladores. Una media de diez cambios de vela por día, pero siempre con un barco siempre trimado para las mejores condiciones de viento y mar. No me gusta navegar forzado, me gusta navegar suavemente.
Llevó solo 90 litros de agua potable. Cogía de la lluvia y se hartó de darle a la potabilizadora manual hora y media al día.
Electrónica minimalista. Sin iluminación interior, sextante y gps, y un sms por semana como toda comunicación.
Rompió un spi durante una delicada maniobra.
La unión casco-cubierta en las ceñidas de la llegada, le llegaba a embarcar 20 litros de agua a la hora.
Se compró un Contessa 32 porque era menos presupuesto. Buscaba un barco de talla humana que fuera oceánico con seguridad con poco viento y con temporal. Nada malo en portantes y buen ceñidor. Es de comportamiento muy sano con mal tiempo. Tiene un 50% de lastre y un ángulo de vuelco de 157º.
Antes tuve un Pogo 8.50, un buen barco que he disfrutado mucho. Yo lo desaconsejaría para una navegación oceánica, pues en caso de vuelco, no volverá a adrizar a causa de su gran estabilidad de formas. Yo he naufragado por esto con el Pogo en medio del Atlántico y me salvé gracias a un portacontenedores que pasaba milagrosamente por allí. Pienso que un barco homologado en categoría A, debería poder adrizarse solo. Por esto, elegí el Contessa 32.
No quise enrrollador. Primero, por razones aerodinámicas. Con un juego de velas de proa a garruchos, se dispone de velas siempre bien adaptadas tanto por su gramaje como por su corte y se comportan mejor durante largo tiempo pues se cambia frecuentemente de vela. Un génova con enrrollador, será demasiado pesado en la ventolina y se deforma en los vientos fuertes y acabará la vuelta muy cascado y en caso de avería, probablemente me viera obligado a ir a tierra, cosa que no quería. El precio de llevar velas de garruchos es un poco de fatiga por los cambios de vela en tiempos variables, pero lo más duro es meterlas en los sacos y en el tambucho de proa. Cuando se está muy cansado y las condiciones son inciertas, se duda a la hora de hacer un cambio de velas. Es en lo que lamentas de no tener enrrollador. Pero si volviera de nuevo, haría lo mismo.
Llevé tres génovas (un maxi, un medio y uno pesado). Después un foque de viento género ORC, un tormentín de 6 m. cuadrados y un pequeño tormentín. Una mayor con cuatro bandas de rizos, un spi medio, uno pesado y un asimétrico. La mayor la llevé casi todo el viaje y no la he arriado en popa más que si el viento subía de 45 nudos. Entre las velas de proa, la más utilizada ha sido el génova pesado que en vientos portantes protegía del desgaste de rozar contra el púlpito. Y después usé mucho el foque de viento. En las brisas moderadas usé mucho el asimétrico y en el descenso al ecuador usé los spis simétricos.
No estuve muy desventado entre las crestas de las grandes olas pues la mar de fondo allí es muy larga. Lo que hay que manejar con cuidado en las altas latitudes son las alternancias de incremento y de atenuación del viento. Hay que buscar el equilibrio entre ir con demasiado poca vela en los recalmones y con demasiada vela en las ráfagas. El principio de este equilibrio es conservar la mayor velocidad posible navegando flexible y nunca forzado. Es preciso que el piloto de viento no haga guiñadas debido a las variaciones del viento aparente. Ir sin demasiada aceleración, pero conservando velocidad para facilitar el gobierno y evitar salir de arribada si el piloto corrige demasiado lentamente. Con un piloto de viento es fundamental llevar el aparejo bien equilibrado. En portantes con viento fresco lo mejor era navegar a orejas de burro. Vela de proa atangonada, con las superficies de mayor y vela de proa igualadas en tamaño lo que daba las siguientes combinaciones: mayor con dos rizos + génova pesado; mayor con tres rizos + foque; mayor con cuatro rizos + tormentín grande; después, gran tormentín solo y al final pequeño tormentín solo. No he tenido nunca demasiado viento para ir a palo seco y tampoco nunca he remolcado nada. Creo que la velocidad en portantes es esencial no solo para que el piloto de viento sea eficaz sino también para esquivar las olas que te adelantan que de esta manera no son peligrosas.
-Otro día, seguiré con la SEGUNDA PARTE DE LA ENTREVISTA
(06-05-2019, 11:57 PM)NADA escribió: Antes tuve un Pogo 8.50, un buen barco que he disfrutado mucho. Yo lo desaconsejaría para una navegación oceánica, pues en caso de vuelco, no volverá a adrizar a causa de su gran estabilidad de formas. Yo he naufragado por esto con el Pogo en medio del Atlántico y me salvé gracias a un portacontenedores que pasaba milagrosamente por allí. Pienso que un barco homologado en categoría A, debería poder adrizarse solo. Por esto, elegí el Contessa 32.
(06-05-2019, 11:57 PM)NADA escribió: No quise enrrollador. Primero, por razones aerodinámicas. Con un juego de velas de proa a garruchos, se dispone de velas siempre bien adaptadas tanto por su gramaje como por su corte y se comportan mejor durante largo tiempo pues se cambia frecuentemente de vela. Un génova con enrrollador, será demasiado pesado en la ventolina y se deforma en los vientos fuertes y acabará la vuelta muy cascado y en caso de avería, probablemente me viera obligado a ir a tierra, cosa que no quería.
(07-05-2019, 08:08 AM)Otoio escribió: Cada vez pienso más en ello. Si cascara el enrollador, no sé si pondría otro. Es cómodo, pero...
En fin, es un debate eterno: comodidad vs versatilidad y aerodinámica...