23-04-2021, 08:10 PM
Terminados los primeros trabajos de mejoras y mantenimiento del Bahía de las Islas en la villa de Moaña, sin demora, porque las fechas empiezan a apremiarme, pongo proa hacia el norte, hasta el municipio de Sada, en la ría de Ares o de Betanzos, en Coruña, una travesía que he hecho infinidad de veces, pero navegar la Costa Da Morte siepre es diferente y no se pueden hacer las cosas a la ligera y en esta ocasión me la voy a tomar con mucha calma ya que tengo varadero para dentro de cinco días.
He estudiado bien la mediática borrasca atlántica Lola (le han cogido gusto a eso de poner nombre a todo) y visto que se desplaza hacia el sur y rellenándose, (aunque sin perderla de vista) decido que es buen momento para hacerme a la mar.
El primer día unas pocas millas a motor, hasta la pequeña cala de Liméns, dentro de la misma ría de Vigo, donde pasar la noche y ahora toda para mí, me gusta el fondeo sobre todo en lugares solitarios y preciosos como este.
A la mañana siguiente lo previsto, viento moderado del sursuroeste con chubascos frecuentes y a pesar de un cielo empachado de nubes la visibilidad es buena. La navegación cómoda aunque un chubasco subido de tono, me ha hecho rápidamente tomar un rizo. Las islas Cies y Ons, pronto quedan atrás, no tenía claro donde pasar la noche cuando he salido de Liméns, pero poco a poco voy resolviendo el dilema, las rías no ofrecen muy buenas protecciones a los vientos del sur si no se profundiza mucho en ellas, tampoco quiero hacer millas de más, estoy de traslado, no de crucerito placentero, así que pruebo a dirigirme a Aguiño, un lugar no muy frecuente para veleros, en medio de los bajíos que rodean Sálvora por el norte, pero conozco bien la zona y no me tiembla el pulso por internarme por el paso interior de Sálvora, rodeado de peñascos, que cruza de sur a norte el mítico paso del Carreiro, antes de llegar al puertecillo de Aguiño.
Junto a la dársena pesquera hay una amplia lámina de agua con fondo de arena limpia a tres metros en la bajamar. No es el mejor lugar como he dicho anteriormente, ya que está totalmente expuesto al viento sur y aunque no va a ser fuerte y amainará durante la noche, la ola de mar de fondo que se espera aumente por la tarde, hace que sopese otras opciones, de momento largo el ancla para prepararme la comida y ya iremos viendo como evoluciona la mar.
Después de una buena comida hasta me he permitido una siestecilla, pero a medida que pasan las horas las olas del oeste crecen incomodando más de la cuenta el fondeadero, así que no tardo en levantar el fondeo para dirigirme al otro lado de la restinga de la Centolleiras, que protege las bateas de los famosos mejillones de Aguiño. El lugar para fondear no lo conozco pero así descubro un sitio nuevo, he echado un vistazo a Google Earth y veo fondo de arena en un buen sitio y allí me dirijo.
Atravieso el Carreiro y en media hora ya estoy de nuevo largando el ancla, esto ya es otra cosa, el Bahía apenas se mueve.
La tarde ha mejorado hasta luce el sol y me alegro de haber venido hasta aquí, descubrir otro de los infinitos recovecos que tiene la ría de Arousa y mañana será otro día que aún tampoco tengo clara la recalada, Muxía o Laxe, en veinticuatro horas saldremos de dudas...
La tormenta Lola, muy aparatosa vista en Windgurú, pero rellenándose rápidamente con desplazamiento al sur
Equipado para las inclemencias climáticas de la Lola
La ísla de Sálvora en la proa
El paso interior de Sálvora y recalada en Aguiño, aunque he de volver a fondear al otro lado de la restinga Las Centolleiras
Salud
He estudiado bien la mediática borrasca atlántica Lola (le han cogido gusto a eso de poner nombre a todo) y visto que se desplaza hacia el sur y rellenándose, (aunque sin perderla de vista) decido que es buen momento para hacerme a la mar.
El primer día unas pocas millas a motor, hasta la pequeña cala de Liméns, dentro de la misma ría de Vigo, donde pasar la noche y ahora toda para mí, me gusta el fondeo sobre todo en lugares solitarios y preciosos como este.
A la mañana siguiente lo previsto, viento moderado del sursuroeste con chubascos frecuentes y a pesar de un cielo empachado de nubes la visibilidad es buena. La navegación cómoda aunque un chubasco subido de tono, me ha hecho rápidamente tomar un rizo. Las islas Cies y Ons, pronto quedan atrás, no tenía claro donde pasar la noche cuando he salido de Liméns, pero poco a poco voy resolviendo el dilema, las rías no ofrecen muy buenas protecciones a los vientos del sur si no se profundiza mucho en ellas, tampoco quiero hacer millas de más, estoy de traslado, no de crucerito placentero, así que pruebo a dirigirme a Aguiño, un lugar no muy frecuente para veleros, en medio de los bajíos que rodean Sálvora por el norte, pero conozco bien la zona y no me tiembla el pulso por internarme por el paso interior de Sálvora, rodeado de peñascos, que cruza de sur a norte el mítico paso del Carreiro, antes de llegar al puertecillo de Aguiño.
Junto a la dársena pesquera hay una amplia lámina de agua con fondo de arena limpia a tres metros en la bajamar. No es el mejor lugar como he dicho anteriormente, ya que está totalmente expuesto al viento sur y aunque no va a ser fuerte y amainará durante la noche, la ola de mar de fondo que se espera aumente por la tarde, hace que sopese otras opciones, de momento largo el ancla para prepararme la comida y ya iremos viendo como evoluciona la mar.
Después de una buena comida hasta me he permitido una siestecilla, pero a medida que pasan las horas las olas del oeste crecen incomodando más de la cuenta el fondeadero, así que no tardo en levantar el fondeo para dirigirme al otro lado de la restinga de la Centolleiras, que protege las bateas de los famosos mejillones de Aguiño. El lugar para fondear no lo conozco pero así descubro un sitio nuevo, he echado un vistazo a Google Earth y veo fondo de arena en un buen sitio y allí me dirijo.
Atravieso el Carreiro y en media hora ya estoy de nuevo largando el ancla, esto ya es otra cosa, el Bahía apenas se mueve.
La tarde ha mejorado hasta luce el sol y me alegro de haber venido hasta aquí, descubrir otro de los infinitos recovecos que tiene la ría de Arousa y mañana será otro día que aún tampoco tengo clara la recalada, Muxía o Laxe, en veinticuatro horas saldremos de dudas...
La tormenta Lola, muy aparatosa vista en Windgurú, pero rellenándose rápidamente con desplazamiento al sur
Equipado para las inclemencias climáticas de la Lola
La ísla de Sálvora en la proa
El paso interior de Sálvora y recalada en Aguiño, aunque he de volver a fondear al otro lado de la restinga Las Centolleiras
Salud
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El mejor puerto donde recalar es la amistad de un buen amigo