A mi me alucina la capacidad humana de ver heroísmo e intensidad en una situación provocada por la falta de conocimiento o de preparación. Será para no darse directamente de golpes contra algo..
Hay barcos que te facilitan todo, incluso perdonan tus errores y barcos que van continuamente a por tí, que te hacen la vida imposible, desagradable y que claramente pueden matarte.
El relato de Román Morata de su travesía es un relato penoso, de sufrimiento, de incertidumbre, no sabe que hacer con el aparejo, que lleva medio arrugado, los pinzotes del timón amenazan continuamente con romperse, las olas de popa embarcan en la bañera. Tiene su ropa de agua buena mojada y va con un chaquetón amarillo que hace tiempo que se han retirado de casi cualquier embarcación..
Y hay quien ve en eso una gesta, un ejemplo de navegación, de comportamiento de un barco, incluso..
Un barco bueno, y creo que son mayoría ahora mismo, es estable bajando olas, se maniobra con un dedo, ciñe, tumba noblemente en las orzadas, remonta viento y mares muy fuertes. Es seco, las olas no entran en la bañera, vas elevado sobre el agua, sólo llegan a salpicar pequeñas olas independientes de la ola de mar estabilizada..
Habiendo barcos así, meterse al mar con barcos que van a ir a por tí, me parece desconocimiento, inconsciencia, tal vez no conocer otro tipo de barcos, o tal vez un engreimiento de estar por encima del mar que en un momento o en otro el mar va a disolver de una manera radical..