Ya estamos de lleno en el otoño y las borrascas en Galicia empiezan a hacer de las suyas y ésta noche pasada ha sido una muestra más, noche en vela pegando saltos, porque aunque el Bahia de las Islas está bien amarrado y todo bien trincado, la marina de Moaña, en la que me encuentro de maravilla, con su particular rompeolas, no ofrece la protección cuando arrecian los violentos vientos sures y si me encuentro aquí es porque a pesar de los inconvenientes, encuentro otras ventajas que los suplen.
La mar de fondo apenas entra cuando llegan los temporales desde el Atlantico, las islas Cies son un parapeto natural, pero no es lo mismo la mar de viento producida por el fech de los consabidos tres factores, fuerza, duración y la distancia de las tres o cuatro millas de amplitud que tiene la ria viguesay como ya he dicho, el parapeto de mampostería que da protección a la marina es insuficiente para detener la fuerza de las olas, con lo que es normal que de vez en cuando pasemos noches en solfa.
Pero no me quejo, porque por otro lado estamos contentos en el retiro otoñal, el Bahia de las Islas recupera a buen paso la puesta en forma para acometer la campaña de 2026 y aunque no descuidamos la navegación, a nada que las condiciones en la ría son propicias, sobre todo para mi tripulante, que paso a paso va cogiendo el tranquillo a la náutica y no deseo se lleve sobresaltos en el guion de su aprendizaje.
Como ya había dicho había sustituido el generador eólico por una placa solar más, pero no ha sido suficiente porque me he liado la manta y he sustituído las otras dos para aumentar la potencia en 70W más, ahora disponemos de un parque con un total de 555W, un 90% más de los 300 que llevaba antes.
Tambien, reparaciones en toldillas y mejoras, además de la sustitución de la cadena de fondeo y sacar el barco a tierra para pasar la Karcher, que todavía no toca dar patente.
Aquí dejo el último video editado, que aunque no haya mucho que contar en cuanto a navegación, alegra un poco el día a día de la vida a bordo.