A muchos os sonara el barco de la foto:
Efectivamente, es el Alea, hace ya algunos meses que el cofrade Willy Sailing Kunik lo compro en Grecia justo cuando los "Alea" terminaron su ultima temporada, del porque decidieron dar por terminado su periplo por el mundo no puedo decir nada puesto que no lo se y no lo he preguntado y no sera porque no soy cotilla
si pienso que deberian de haber escrito una ultima entrada en su blog o al menos aquí, donde tanto se les ha seguido y apoyado, para despedirse de tantos admiradores, si puedo decir que ellos están bien, están en un pueblo de Gerona reconstruyendo una casa antigua en la que llevan intención de vivir y alquilar habitaciones, parece que el lugar es espectacular, mis mejores deseos para esta su nueva singladura
¿Y que va a pasar ahora con el Alea?
El amigo Willy tiene grandes proyectos, una jubilacion muy adelantada que lo llevara, junto a su mujer, por el mundo, de nuevo el Alea en ruta
y de nuevo el Alea en mi vida
Lo vi por primera vez en San Vicente del Raspeig, un pueblo e Alicante, allí un par de madrileños que se dedicaban a montar cocinas lo habían dejado todo, se habían alquilado un chalet y se estaban construyendo un Alitán 44, yo justo por aquel entonces botaba el Simbad. Pasaron muchos años y el Alitán 44 por fin toco el agua, de momento a modo de pontón en un puertecito de Alicante, mas adelante y sobre un camión llego a Valencia, por entonces yo terminaba el Rebelde y se empezaba la goleta de la Generalitat "Tirant lo Blanc" , el Alitán aun tuvo que seguir en dique seco algún tiempo y con el paso de unos pocos años mas sus armadores me pidieron que se lo vendiese, termino en manos de uno que no le hizo nada, mas que vivir abordo y salir un solo día al mar, se le paro el motor, entro a remolque y hasta ahí llego, se puso de nuevo en venta y fue entonces cuando aparecieron Silvia y Jhoan, yo no intervine en esa transacción pero tardamos poco en conocernos y empatizar y así seguí de nuevo en la vida del Alitán 44 que ya tardo poco en tener nombre "Alea"
Ahora el amigo Willy me pide que le ayude en la reconstrucción del Alea, aparte de que los diez años de navegaciones largas e intensas con charter han dejado huella abordo, Willy quiere hacer algún cambio en los interiores y como mejorar y ampliar parte de las instalaciones, así que este invierno lo pasaremos entretenidos y de nuevo el Alea entra en mi vida
y colorin colorado este cuento se ha terminado.