(15-07-2020, 09:39 AM)iperkeno escribió: Volviendo a las ventajas de un barco mas ágil y mas ligero...
Todo barco es un larguísima lista de compromisos contradictorios mejor o peor balanceados.
Pedimos maniobrabilidad y estabilidad de rumbo.
Pedimos un plano vélico de gran manejabilidad con mal tiempo y enorme eficiencia con poco viento.
Cascos fuertes capaces de superar una embarrancada y ligeros.
Gran habitabilidad y mucho sitio para estiba y precio contenido...
Luego viene cuando estos pares de características contradictorias se convierten no ya en compromisos, sino en maniqueas:
Quien prefiere cascos pesados opta por los ultrapesados, quien ligeros, por plumas flotantes...
Me recuerda a los dos excursionistas que ven, aún a gran distancia, venir un oso hacia ellos. Uno se sienta, se saca la mochila, se quita las botas de montaña y empieza a ponerse unas deportivas. El otro le pregunta ¿Qué haces? ¿te crees que podrás correr mas que el oso?. No, contesta el primero, lo que pretendo es correr mas que tu...
Este caso, no es aplicable a la navegación oceánica pues, aunque la velocidad es buena para la seguridad, es mas importante la capacidad de ceñida y muchas otras cosas... La velocidad escasa puede, eso si, ser frustrante al comparar con otros, pero normalmente no viene el oso detrás y, si lo hace es por haber planteado la travesía (con sus también balanceadas estimaciones meteo/duración/refugio) según los parámetros de otros barcos, no del nuestro.
Claro que hay casos extremos, pero una gran proporción de los barcos están correctamente balanceados entre sus características... pero según unos parámetros que ignoramos hasta que los vamos conociendo. Si estos parámetros no son los que nos hubieran gustado, podemos cambiar de barco (je!), amargarnos la vida o adaptar nuestros gustos a las características del nuestro. Aprender a apreciarlas.
Añadir alguna reflexión más a estas tan sugerentes:
No paro de leer, y lo agradezco mucho, opiniones sobre unos tipos de barcos y otros, sobre aspectos determinados de todos ellos, apologías casi viscerales sobre unos materiales y otros, incluso menospreciando aquellos que no defendemos, como si eso aumentase las virtudes de lo nuestro. Pero no es así. Ni falta que hace.
También los que navegamos tenemos un stix
, nuestra economía doméstica lo tiene, e incluso la disponibilidad de tiempo propio tiene también su stix. El mío es bajo en casi todos los aspectos: me acerco a la jubilación lenta e inevitablemente, y a una edad que no me permitirá ya grandes hazañas. Decidí crear una familia, mi gran aventura, y ahora eso consume tiempo y recursos. Así que lo ideal para mí es, y parece que lo será cada vez más, un barco pequeño, fácil de mantener, que me permita navegaciones costeras por el Cantábrico, navegación sin tripulación, fácil maniobra y, muy importante, comodidad. Porque la idea que se tiene sobre lo imprescindible, sobre la austeridad, sobre el confort, sobre la distribución de interiores, maniobras, etc, es algo que no sólo varía en las opiniones de unos y otros, sino también respecto a nuestras propias opiniones a lo largo del tiempo. Creo que tengo un barco muy apropiado para mi stix, vaya suerte !!!