Pues ya estoy en Galicia, con un pequeño sobresalto en la última etapa entre Viveiro y Cedeira, ya que al poco de salir falló el piloto automático, aunque tras unas pruebas y posterior inspección ocular enseguida descubrí que la pieza de unión del émbolo hidraulico y el brazo de palanca de la mecha se había desenroscado, mal asunto de reparar uno solo en medio de la marejada del siempre puñetero Estaca de Bares, así que timoneando a mano hasta Cedeira, donde largué el ancla y 15 minutos me llevó la reparación, aunque aún no e queda claro como narices pudo desenroscarse.
Después de esta anteúltima etapa he modificado mi planteamiento y por el momento no voy a Sada como tenía previsto en un principio, he llegado a Cedeira, y me voy a quedar aquí, por razones creo que de peso.
He leido por ahí, que con motivo de la prohibición de toda actividad náutica deportiva, para poder acceder a una marina es necesario ponerlo en conocimiento de la Guardia Civil del Mar, así que como mi intención era llegar mañana a Sada, he llamado a la Guardia Civil de Coruña, me han pasado con la sección de "fondeo" brigada que se ocupa específicamente de situaciones como la mía, al agente que me ha atendido le he explicado mi caso, del cual tenían conocimiento por una nota pasada por la comandancia de Bilbao.
Le he comentado que mi primera intención y por eso les he llamado, era de arribar mañana a Sada, pero dadas las circunstancias de aislamiento me sentiría mucho más seguro permanecer fondeado en Cedeira, su respuesta tajante : "Usted permanezca donde considere más conveniente y si decide quedarse en Cedeira no tiene ningún inconveniente en bajar a tierra para proveerse de alimentos, medicinas o productos de necesidad"
Le he preguntado que como estoy fondado, para bajar a tierra necesito utilizar la auxiliar, a lo que me ha respondido que sin ningún problema, siempre que lo haga solo y solo estoy claro, así que por este motivo y porque prefiero levantarme por la mañana, ver la ría y el movimiento de los pesqueros y no una desolada marina de solitarios barcos, y que además tardará que llegue el mástil, aquí pasaré la cuarentena
Os dejo unas refrescantes imágenes de la última etapa
El aparejo de fortuna al completo, aunque no haya podido navegar con auténtico viento, aunque todavía no descarto hacerlo
Los Aguillones de cabo Ortegal, una de las orografías más espectaculares de la costa española
Lo mismo que los acantilados de San Andrés de Teixido, espectaculares entre la niebla
Y por fin Cedeira, no menos espectacular bahía, un remanso de paz
Salud