(04-08-2020, 12:10 PM)hopetos escribió: Hay diversos aspectos de una intervención determinada que pueden hacer que resulte atractiva, no solo su racionalidad discursiva o argumentativa. Algunas intervenciones son tan técnicas para mis conocimientos y formación que no saco nada en claro de ellas. Tal vez no las agradezca, aún siendo posible que lo que en ellas se manifiesta sea muy interesante y pertinente. Pero no alcanzo a verlo y no reflejo mi opinión. En otras ocasiones, por ejemplo, es simplemente el humor expresado en una intervención lo que me agrada y lo que me anima a otorgar mi agradecimiento. No tengo ni idea de lo que es técnicamente acertado, pero hay intervenciones que hacen pensar o entender asuntos en los que nunca había reparado, o simplemente sirven para que me plantee cuestiones en las que nunca antes había caído. Otras veces se trata de mostrar agradecimiento por una intervención muy elaborada y trabajada, que ha supuesto a su autor tiempo y esfuerzo. Y a lo mejor se trata de algo que no me interesa, pero qué más da!
Por suerte los agradecimientos no se agotan ni suponen ningún gasto . Yo abuso de ellos todo lo que puedo.
En fin, de casi todas las intervenciones se puede disfrutar en algún sentido, y casi todas tienen algo aprovechable.
Y esto no quita para que tenga muy clara mi opinión respecto a quienes sabéis verdaderamente de barcos y navegación. No tengo duda en mis convicciones y está claro de quienes he aprendido muchísimo en este foro y a quienes consultaría privadamente cuestiones técnicas porque son sus consejos los que me dan total confianza ( a tí, Caribdis, te los pedí en una ocasión y siempre te agradeceré tu respuesta y tus conclusiones).
Decía Eugenio Trías, un filósofo contemporáneo, que la racionalidad al discurso se la aporta el diálogo.
Muy buena frase la que citas. Yo soy un convencido del valor de la inteligencia colectiva. Exponer ideas en un foro de aficionados a un tema determinado me parece muy valioso, en primer lugar por el esfuerzo de uno mismo por ordenar ideas y por situar el lenguaje utilizado a un nivel que realmente tenga un alcance amplio, y por supuesto, en el enriquecimiento que aportan los comentarios, críticas, experiencias y aportaciones de los que se ofrecen a participar en el intercambio de ideas.
Se atribuye a Einstein la frase de que no entiendes realmente algo hasta que eres capaz de explicárselo a tu abuela. Parece ser que la frase tiene otra procedencia, pero es igual, su valor me parece el mismo. Si ves que alguien enreda una exposición de ideas con variopintas referencias tomadas del amplísimo muestrario de literatura náutica y del más amplio todavía universo imaginario de las teorías personales, es que ni entiende lo que dice, que tampoco sería tan malo si estuviese intentando orientarse, ni pretende otra cosa que epatar al personal.
Y si encima te niegas al diálogo y simplemente tratas de burlarte del nivel intelectual de quien rebate tus sandeces, o trata de obtener algo positivo de ellas, la confirmación está servida.
El patrón oro de la realidad, en nuestro tema, es siempre el mismo, el propio mar. Los barcos están hechos para navegar y en unos barcos navegar es un placer continuado, y en otros un desvelo eterno...y las ideas no son más que entelequias hasta que se prueban. Sin la prueba del propio mar no hay confirmación de bondad, por ello la evolución de los barcos debe ir siempre apoyada en elementos fiables, muy probados en el mar.
No hay más cera que la que arde.