Pues sí, ya estamos en Cascáis, ésta está siendo una de mis navegaciones más extrañas de las que he hecho a lo largo de las circunvalaciones a la península, primero por la avería del motor, segundo por las prisas que tengo en llegar a Galicia y tercero por la prevención mediatizada a un encuentro con las bichas.
Salimos de Cádiz con el subidón de la rápida reparación del motor, provocada por la rotura parcial de la junta de la culata y que no era tan grave como para no haber podido llegar hasta Galicia, pero ahora tengo la seguridad de que se ha hecho un buen trabajo para poder venderlo a posteriori.
Tengo claro que voy a evitar las navegaciones nocturnas así que en esta primera etapilla de 84 millas paramos a pernoctar en Culatra, pero con las prisas no he tenido tiempo de visitar la tumba de mi recordado Rufino, como era mi intención. Fondeo en la misma bocana de la ría de Formosa para salir temprano con la vaciante en otra etapita hasta la playa de Sagres, pero a medio camino, como entra un poco mar de fondo y no quiero baile nocturno, decido pasar noche en la playa de Lagos, menos expuesta que la de Sagres.
Doblar San Vicente siempre es un acontecimiento, además el faro luce en todo su esplendor tras la remodelación que se hizo recientemente, nada más doblar el cabo, con rumbo norte, aprovechamos la brisa del suroeste para atangonar el foque y navegar a orejas de burro, en la navegación más larga a vela desde que cruzáramos el estrecho, eso si, navegando bastante cerca de costa como nunca antes lo había hecho.
La playita en la parte interior del puerto comercial de Sines es uno de mis lugares favoritos para hacer escala y ésta vez nos lo hemos encontrado de lo más concurrido, pero con espacio suficiente para largar el ancla con comodidad.
No demoramos mucho la estancia porque al amanecer dejamos Sines para ésta vez navegar a mar abierto hacia Cascáis, con punto intermedio al paso por cabo Espichel, en cuyos alrededores, éste año ha habido varios avistamientos y el pasado algunos ataques a tres o cuatro veleros, así que nos mantenemos en constante alerta por si las bichas hayan comenzado se emigración a Galicia, pero no, afortunadamente no ha habido ningún tipo de avistamiento hasta el momento.
Bueno eso no es del todo cierto porque, en esta travesía he tenido cerca del Bahía de las Islas dos tipos de cetáceos que bien podrían confundirse por orcas y que no son muy frecuentes de ver, el
Zifio, muy presente en aguas Canarias y el
calderón gris, éste cuando apareció me dio un susto porque si no lo ves con claridad bien se puede confundir con una bicha joven, así que estoy convencido de que algunos de esos avistamientos reportados son estos cetáceos a los que me refiero
Ahora en Cascáis a esperar a que el potente anticiclón de las Azores se contraiga un poco para que nos permita subir el último tramo de la costa portuguesa.
Ayer cuando llegamos queríamos haber entrado en puerto pero soplaba ya bastante como para andar jugándomela con la precariedad de maniobra que tengo con la puñetera reductora, motivo por el que de una vez por todas voy a Galicia a cambiar definitivamente el motor y respirar tranquilo en cualquier maniobra portuaria.
Unos días de descanso en la tranquilidad de cascáis
Seguimos viaje