13-07-2022, 02:47 PM
(13-07-2022, 01:47 PM)jiauka escribió: [ -> ]Vale , a motor si, pensaba que estábamos hablando de ir a vela...
Bueno, chicos, veo que la cosa sigue animada y lo bueno es que la sangre aún no llega a la corriente del río.
Gypsy y yo hemos mantenido una extensa conversación privada y aquí tenemos los resultados de ese cónclave:
1- Una corriente de 3' ya es una señora corriente. Un viento de 3' es una M. con la que no arrancaremos.
2- Una corriente de 7' es una pasada. Un viento de 7' es flojito, pero ya nos permite hacer algo.
3- Con ese preámbulo, pretendemos remontar el viento de esa corriente.
4- La teoría dista mucho de la práctica en este caso. Hasta ahora hemos considerado condiciones finales con el barco ya en marcha. Seguramente es un error, porque para llegar a esa situación, hay que arrancar el barco desde 0 con respecto a la corriente/agua.
5- Sólo podríamos arrancar gobernando el barco si conseguimos ponermos de popa al viento, o máximo de través. O sea, aproando el barco a la corriente (casi ná...). Cualquier trapo que icemos (mejor sólo génova, para alejar la proa del viento), inicialmente nos frenará con respecto a la corriente (y partimos de un barco sin gobierno, con cualquier orientación).
6- Costará bastante lograr arrancada con viento de menos de 3-4' según el barco. La velocidad de maniobra con respecto al agua será mínima, sobretodo al principio, pero vamos a suponer que no hay ola, y que lo conseguimos.
7- En esa trabajosa situación, la corriente entrará por la proa, y podremos gobernar.
8- Sólo superado ese trance, podremos ir orzando a medida que nuestra velocidad respecto al agua se vaya incrementando. En caso contrario -> timón al revés.
9- Si hemos superado todo eso, finalmente podríamos navegar con componente a favor de la corriente, superando su velocidad con respecto al fondo.
10- Ese punto 9 creo que es muy hipotético, cualquier factor, por pequeño que sea (una pequeña brisa de viento geográfico de 1-2', una pequeña ola) puede abortar la operación.
Aquí, teoría es una cosa, y práctica es otra bien diferente. Cuando una corriente nos viene de costado o de popa, con nula o muy poca arrancada, el barco se vuelve ingobernable, pero no está parado, nos estrellamos contra tierra.