Hola, es mi primera intervención en este foro y no quisiera salir a gorrazos por contar mis propias vivencias.
En el verano del 2020 fuimos de los primeros desgraciados, pero con suerte, en ser atacados por las orcas en la costa Gallega, más concretamente en Cabo Ortegal. Digo con suerte, porque un par de días antes, fueron atacados de noche entre Cabo Prior y Cedeira, dos veleros de más porte que mi barco de 9 metros por un grupo de orcas que terminaron rompiéndoles los timones y tuvieron que ser remolcados hasta Cedeira.
Salimos de Sada rumbo a Viveiro, lo hicimos muy pegados a la costa (menos de 1 milla), porque los ataques a los otros barcos se habían producido como a 3 millas de la costa. Navegábamos a motor con la mayor arriba, cuando habíamos dejado Cabo Ortegal a 1,5-2 millas por la popa y creíamos que nos habíamos librado de las orcas, el ataque se produjo de repente, sin que las llegáramos a ver. Una orca impacto contra el timón con tal fuerza que hizo saltar el soporte en forma de “L” en el que se apoya el piloto automático de caña, arrancando los dos tirafondos de 8mm con los que la “L” se fija a la caña. El grupo lo formaban 4 ejemplares, que golpeaban el timón, daban vueltas alrededor y por debajo del barco y dos más que se mantenían a una cierta distancia. Con el primer impacto seguimos el protocolo: parar motor, largar mayor, quedándonos a la deriva y quitar electrónica. El ataque duró más de 15 minutos, cuando se marcharon pudimos reanudar la marcha hasta Viveiro. Al día siguiente sacamos el barco del agua y pudimos comprobar que no había desperfectos. Después de esta experiencia mis conclusiones fueron:
Ataque de orcas:
https://drive.google.com/file/d/125tJVkd...sp=sharing
- Mientras navegábamos a menos de 1 milla de la costa no fuimos atacados, en cambio cuando atravesábamos la ría de Ortigueira y estábamos a 2 millas de la costa (de Cabo Ortegal) tuvo lugar el ataque. Por lo tanto puede ser conveniente ir pegado a la costa
- La teoría de no parar el motor y seguir navegando no me parece acertada. De hecho, a nosotros nos atacaron navegando con el motor en marcha y además, por el seguimiento que he podido hacer de los ataques que ha habido este año, creo que se confirma que la mayor parte se producen navegando a motor y si se sigue navegando los ataques duran más tiempo.
- Al arrancar el soporte en “L” liberando el timón, nos libramos de destrozos en el timón, porque al impactar las orcas en él, este giraba libremente. Un sistema más rígido como el de rueda, seguramente hubiese producido daños en el timón.
- Nosotros con el primer impacto, llamamos telefónicamente a Salvamento Marítimo para informar de nuestra situación. En mitad del ataque y cuando terminó, recibimos sendas llamadas de Salvamento Marítimo, haciendo seguimiento de lo que acontecía.
Este año he pasado por Conil, Trafalgar, Barbate y Tarifa en la primera semana de junio, en pleno auge de los ataques de orcas por la zona, de hecho cuando llegamos a Barbate, nos dijeron que todos los días llegaba algún barco con el timón roto. Como las dos anteriores veces que he pasado por esa zona, llevábamos trazada una ruta saliendo al mar, para salvar las almadrabas y los bajos de la Aceitera en Trafalgar y los Cabezos en Punta Paloma. Cuando hablamos telefónicamente con Salvamento Marítimo y nos dijeron que todos los días estaba habiendo ataques y que se producían entre 3 y 10 millas de la costa, cambiamos el itinerario y pasamos pegaditos a menos de una milla de la costa. Nosotros no sufrimos ningún ataque, no sé si por suerte o porque efectivamente pegados a costa hay menos posibilidades de encontrarse con las orcas.
El 25 de agosto de este año y ya de camino para casa, llegamos a Vigo. En esas fechas se estaban produciendo ataques de orcas en Galicia y más concretamente en la Costa da Morte, dia sí y día también. Con esas perspectivas, me estuve planteando dejar el barco en Vigo y volver cuando pasara el peligro de las orcas. También me plantee pintar la carena del barco con un antifouling clarito (llegué a pedir presupuesto en el puerto del Liceo de Bouzas), tal y como leí a un escritor por internet, que su abuelo y los pescadores de la época, pintaban las carenas de las barcas de verde clarito, para evitar los ataques. Estaba en estas, cuando hablando con una persona en el puerto, me dijo que a ellos les habían atacado las orcas por la zona de Barbate y que como llevaban petardos de los que explotan en el agua, con el primer petardo que tiraron las orcas se marcharon y les dejaron tranquilos. Luego pude hablar con otra persona, que me dijo que un conocido suyo de la ría de Vigo y de confianza, le había asegurado que los petardos hacía que las orcas se marcharan. En visto de lo cual, decidí equiparme con unos petardos, no pintar la carena y continuar el viaje. El paso por Galicia desde Vigo a Ribadeo lo hice mayormente a vela y muy pegadito a costa, mayormente a 1 milla y menos. El día 30 de agosto salí de Vigo y el día 4 de agosto llegaba a Ribadeo sin tener ningún encuentro con las orcas. Aunque no puedo decir que el navegar pegado a la costa sea el motivo por lo que no las encontré, pienso que si tiene algo que ver.
En cuanto a los petardos, no los llevaba ni para matar orcas, ni para herirlas, simplemente para meter algo de ruido caso de ser atacado por ellas y con el ánimo de ahuyentarlas. A mí también me gusta la naturaleza, los animales, las orcas y no creo que el tirar unos petardos al agua, les vaya a lastimar en modo alguno, en cambio, sí que me puede librar de un buen susto o más. Así que no dudaré en hacerme acompañar de unos petardos, siempre que vaya por zonas conflictivas.